Ya sé que este ritmo tan errático tiene a los habituales un poco despistados. Antes era un diésel, constante, ahora llevo unos días de frenazos y acelerones. Veremos cual de las dos versiones acaba estableciendo residencia permanente. Hoy voy a intentar enmendar un poco las últimas faltas.
Entre otras cosas que evolucionan conforme uno madura ( voz en off : envejece ), a mí, resulta que empieza a gustarme mucho ir en tren. Seguro, no demasiado incómodo, prensa, gente a su rollo ( en los aviones todo el mundo va más tenso ), más ese tiempo de tránsito donde no acabas de desconectar pero tampoco estás conectado. No acabas de estar parado pero tampoco estás trabajando. Así que I pay my dues y empiezo a recuperar, que la estadística de noviembre fa figa y estoy incorporando ( tímidamente, aragonesamente ) nueva clientela. No puedo permitirme pasos en falso, la lista de iniciativas que han caído en saco roto es demasiado prolongada como para sentirme cómodo ( el cine, Miguel Ríos, la crítica a lo sobrevalorado…cuánta iniciativa estéril !! ).
Así que he de calcular mucho mi próximo tiro.
La prensa de hoy, que gracias al Euromed, devoro, estilo weekend, a primera hora, y no, estilo working day, molido en el sofá después de cenar, lleva unas cuantas cosas dignas de remarcar.
La Vanguardia, obviously, que cuenta con un ( para mí ) estimulante reclamo estos días, las entrevistas que, a dúo ( pero sin identificar quien hace cada pregunta ) realizan Quim Monzó y Sergi Pàmies a los candidatos punteros a las Eleccions del día 28 ( las que iban a coincidir con el Barça-Madrid, pero no ). Hoy le toca a Joan Puigcercòs. Puigcercòs me cae bastante bien. Mucho mejor que Carod, que no me cae nada mal, pero al que se le ha pasado claramente el momento. Yo hace años hubiese apostado sin dudarlo por un tándem entre el dinámico Portabella y la sexy Marina Llansana. No sé que fue de ellos. Me gusta lo que dice y creo que me convence, casi, de que es honesto. Cuidado con los casi hablando de políticos. Son cuatro letras que pesan como cubos de hormigón.
A diferencia de cierta amiga que seguiría siéndolo aunque me confesase su voto a Falange Española de las Jons ( pero sé que no, no confiesa nada, habrá que hacerle cosquillas o algo así ), no me importa ( y creo que ciertas tonalidades bien definidas de mis comentarios no dejan lugar a dudas ) decir a los cuatro vientos a quién he votado, si bien como, afortunadamente, ya lo he hecho unas cuantas veces, me es un poco difícil recordar el sentido y el orden, y la voluntad subyacente de mis primeros votos. He votado a lo largo de mi vida a CDC ( cuando iban por libre y se definían de centroizquierda ) , a CIU ( cuando pensaba que iban a ser otra cosa que democristianos conservadores bajo una senyera ), al PSC ( cuando pensaba que iban a ser otra cosa que españoles pseudo-progresistas bajo una senyera, ésta un poco más pequeña ) y a ERC ( casi siempre últimamente, con diversas razones muy científicas, entre las cuales destacaría que me gusta mucho su logo ). Recuerdo muy claramente a quien nunca he votado. Que levante la mano quien no lo sepa, que lo voy a echar de clase. Hoy he decidido ya al 100 % votar a Joan Laporta ( a pesar de que creo que ha elegido el nombre - Solidaritat Catalana - más horroroso posible para un partido político, suena muy rancio, Joan ). Motivos profundos : la intuición. Porque me da una inacabable pereza darme un garbeo por todos los aburridísimos programas políticos de los partidos: eso lo dejo para los eruditos, para esas personas concienciadas y concienzudas que sopesarán pros y contras lejanos y cercanos antes de decidir en quien depositan su confianza. Total, qué más da, pienso quejarme de todos, el orden ya lo decidiré sobre la marcha. Al menos Laporta no esconde sus ideas más poco complacientes, al menos no coge a Carmen de Mairena de segón cap de llista. Ahora estoy preparado ( espera lo mejor, prepárate para lo peor ), para algún tipo de réplica sanguinaria y guerrera. A qué esperáis, que sea esta misma noche. Que sí, Laporta está chalado, y tal y tal, pero considerando las alternativas existentes, al menos me ha procurado unas cuantas alegrías en los últimos años. De muy pocos puedo decir eso. Lo de votar a Laporta y proclamarlo a los cuatro vientos, aparte de la obvia provocación ( de lo que soy capaz para recaudar comentarios aunque sean insultantes… ) me viene de haber leído un artículo en el mismo sentido del muy mediático economista Xavier Sala i Martin, el cual no es que me merezca una excesiva admiración ( ni él ni sus atroces e incomprensibles chaquetas ), pero por esas banalidades que me permito a mí mismo a tutiplén me ha dado por apreciar su frescura.
València ( así, con grafía catalana ) : parece mentira que a 3 horitas justas de BCN pueda cambiar tanto el panorama. No hay tanta gente, no se ven tantos coches ( eso sí, los que hay no tienen muy claro el concepto de las señales de tráfico ), no van con el cohete en el culo. Por el contrario hay montones de homeless ( supongo que en BCN los escondemos en lugares menos visibles ). La gente para al mediodía y para de verdad. Nada de comer a dos carrillos en 12 minutos. No se habla prácticamente otro idioma que el español, obviamente el PP que gobierna a sus anchas ha hecho bien ( para sus parámetros centralizadores y aniquiladores de las diferencias non gratas ) su trabajo. Sepámoslo en Catalunya, cuidado con esa gente.
En este tren 6Q aullaría : realmente el público es de lo más variado y resultaría un poderoso estímulo hipotetizar con sus historias. Desde los viajeros por placer, que miran a los que viajamos por trabajo con un indeciso aire teñido de admiración ( miradas a las cuales respondemos con aires decididos de desdén ), hasta los ejercitos de encorbatados con Notebooks y Blackberries y sesudos informes siendo creados en pantallas, la gran mayoría ensimismados en agotar las tres horas en algo que incremente su productividad ( yo no : yo con el blog ). Gente que va a dar información o a recibirla, a controlar o a ser controlados, relaciones biyectivas y complementarias. Gente que lee vs gente que escribe. Gente que habla vs gente que escucha. Dormidos vs despiertos. Van o vuelven. Miro los libros de la gente. Ven que les miro. Pongo cara de póker. Chico, cómprate otra cosa. O haz como yo : conserva eternamente Los detectives salvajes a medio leer, sin acabarlo, pues cuando lo acabes sabrás que no hay nuevos Bolaño en los anaqueles, se acabó para siempre.
En 1981 oí a Jordi Beltrán glosar las virtudes de una escueta canción, ni siquiera original, sino un cover de un antiguo tema de Northern Soul : el grupo era Soft Cell y la canción era Tainted Love. El ritmo era trotoncillo sin pasarse, casi gélido, sintetizado con un efecto que nunca he llegado a averiguar como se hacía, como gotas de agua, no pequeñas sino algo consistentes. Jordi Beltrán, que aún hace radio y lleva las gafas de pàsta más paradigmáticas del hemisferio norte, la definía, a falta de 19 años para el 2000, como el ritmo del nuevo milenio. Soft Cell ganaron, creo que aún ganan, mucho dinero con esa canción. Se hicieron algo populares, protagonizaron un inolvidable concierto en Studio 54 y se fundieron, por lo que al conocimiento popular se refiere, en la nada. Es decir, editaron discos, pero ya no llevaban más Tainted Love. Yo casi me lío a tortas con el maromo de una chica a la que me acerqué ( técnicamente ) demasiado, oyendo, y bailando, esa canción, y la siguiente, Where did our love go, en un fundido sintetizado completamente inolvidable.
Confirmando lo que ocurre cuando empiezas con un éxito avasallador, a partir de ese momento, en lo que a popularidad y fama se refiere, las cosas fueron para abajo. Sus propias composiciones no tuvieron tanta repercusión. Grabaron tres LPs, más uno de prescindibles remezclas, y se separaron. Marc Almond, su muy carismático cantante, inició prácticamente de inmediato una carrera en solitario, repleta de discos que han cruzado las barreras teóricamente insalvables entre la música de cabaret, cierta música ligeramente aflamencada ( cometiendo el casi imperdonable desliz de colaborar con alguien tan gris como Manolo García ) , canciones tradicionales rusas, homenajes tristes a Jacques Brel, homenajes eufóricos a Jacques Brel. En uno de sus mejores discos,
Mother fist and her five daughters (cuya traducción dejo para el día en que sea capaz de recordar -
fue Capote, fue Henry Miller ? - quien llamó así a la mano con la que te masturbas), mencionaba sus andanzas por Barcelona. Yo supe que había vivido en Barcelona, concretamente en la zona del Gótic, mucho más tarde de que eso pasara. Luego recordé haberme cruzado, hacía tiempo, con un tipo en el Boulevard Rosa, que pensé que se parecía mucho a él. Claro. Ahora me arrepiento de no haber ido a alguno de los conciertos que viene dando en solitario. Conciertos que leo, y leerlo incrementa mi pesar, que son magníficos, apasionados, fascinantes. Que son apasionados sin histrionismo, melancólicos sin lloriqueos, afectados sin amaneramiento.
No sé por qué coincidencia de fechas, en LV le dedican dos páginas a Razzmatazz, con una gran foto de la entrada, con un poco apropiado Mercedes
de los de más de 80.000 euros presidiendo la puerta. Tenía, ya hace años, ganas de que me confirmasen que el nombre de la sala venía de una cancíón de los Pulp. Otra canción de los Pulp habla de ayudar a los mayores. Hoy me entero de personas mayores, de verdad, en residencias tratadas con metadona, porque hasta esa edad han arrastrado ciertas adicciones.
Uno no deja de sorprenderse.
http://www.youtube.com/watch?v=6-Cm9NnsCpA