La película, o el libro que la inspiró. O las dos cosas, claro, pero, entonces, en qué orden ??. Por lo que hablábamos el otro día, a veces los libros (arquetipo del ocio portátil, obvio si son de bolsillo) quedan unidos al momento en que los has leído. Hace un par de años tuve que hacer semanas de rehabilitación porque me rompí un dedo. Así que, rodeado de ancianos que estaban por otras cosas, yo hacía mis baños de ultrasonido, apretaba pelotitas, sesiones de aire frío... mientras, con mi mano sana sostenía un libro, i anar fent. De esas sesiones me puedo apuntar : Las particulas elementales de Houellebecq, La trilogia de NY de Paul Auster ( en catalán, y para constatar que ciertos libros de Auster me agobian y me incomodan ), Cómo ser buenos de Hornby, una tercera lectura de El guardián entre el centeno, una quinta o sexta de Estrella distante ( a la que han seguido algunas más) y La carretera de Cormac McCarthy . Puede que me deje alguno. Obviamente no es el libro más idóneo para ese habitat efímero, pero es el que tuvo. Me gustó. Aunque pensaba que me iba a gustar más. La historia básicamente es muy esquemática. Lo del mundo devastado está un poco visto. Pero estaba claro que tiene una mise en scene cinematografica. Y aunque no la he visto ( aún, pero ya la tengo ), me da la impresión de que no debe estar mal, y puede que sea porque dos peliculas anteriores con Virgo Mortensen ( Una historia de violencia y Promesas del este ) estén entre mis favoritas, pero sé que me gustará.
De Cormac McCarthy, que formaría parte de una pentalogía o hexalogía de Grandes Escritores Americanos Contemporáneos ( con Philip Roth, Richard Ford, Don DeLillo, Thomas Pynchon y algún otro a designar - acepto sugerencias ), también se adaptó al cine No country for old men. En este caso la película se ha adelantado al libro y creo que siempre le voy a poner la cara de Bardem al asesino.
Como Torkemada se está apuntando a bastantes, y no sé si ha tenido la paciencia de leer los timoratos y desorientados posts iniciales, ( está claro que lo de escribir termina siendo como todo, a medida que practicas lo haces mejor - decidme que sí, por favor ), debo recomendarle un disco no de película, que podría ser, casi, la banda de este blog : Felt Mountain, de Goldfrapp. Ahí está John Barry, y Morricone, también Andrew Weatherall y Shirley Bassey ( todos en espíritu, claro ).
siiiiiiiiiiii, jajaja ;)
ResponEliminaSuelto esto y no volveré con lo mismo. Ya sé que estoy pesado. Y es que ayer me enrollé con lo de la droga y sé que un tema tan complicado no se puede despachar con un par de frases. Pero es que cuando se habla de ellas suelo pensar en meninos da rua, favelas, niñas prostituidas en Tailandia y cosas por el estilo, no en gente con temperamento artístico explorando nuevas sensaciones. En un post comentabas tu ida al trabajo y lo que veías frente al cementerio de Montjuic. Hace años y en medio de una tromba de dos pares de narices, pasé en coche por un puente justo debajo de la ronda en esa zona. Por la tromba, fueron a cobijarse todos los que en ese momento andaban “de compras”, y entre la fauna previsible destacaban dos niñas muy ojerosas de no más de 15 años con un uniforme de colegio que no pertenecía a aquel “barrio”. Aluciné. Legalizar las drogas no las hará menos adictivas. Creo que solo (sin acento, gracias) lavará la cara al negocio. Insisto, los yayos como tú o yo podemos cruzar en rojo cuando nos dé la gana. Podemos escoger, vamos.
ResponEliminaPor cierto, a los que gustara Ciudad de Dios, hay otra película brasileña de la que acaban de estrenar la segunda parte que se llama Tropa de élite (de José Padilha). Si Ciudad…hablaba de la vida en las favelas, Tropa…habla desde el punto de vista de la policía. A mi la primera parte me gustó mucho, y la segunda tiene buena pinta.
6Q
6Q, conozco ese puente. Cuando aún existía Can Tunis era lo más cercano al infierno. Colchones tirados, jeringas, muertos vivientes. Las dos niñas de quince años hubiesen encontrado eso ahí o en cualquier sitio, pues lo buscaban. Tenían un problema. Que acaben tratándose como enfermas por un médico o prostituyéndose como las de Tailandia quizás dependa de como queramos afrontarlo.
ResponEliminaUno de los yayos ( cabrón !! ).