Llego tarde pero merezco disculpas. No todas las excelentes series son comprendidas a la primera. Igual que 20 o incluso 100 páginas iniciales de grandes libros cuestan ser superadas y sólo cobran sentido, a veces, por hechos que ocurren a partir de la página 400. Breaking Bad no es una serie nada sencilla. Su arranque en el primer capítulo, con un aparentemente incomprensible flash-back, un hombre de mediana edad en calzoncillos en medio del desierto, es lo más alejado del glamour que uno pueda concebir. Como una antítesis de los barrios bienestantes de series como Mujeres desesperadas. Pero, repito, cobra sentido. Ese tono amarillento, esa sobreexposición solar excesiva del desierto de Alburquerque, Nuevo México, que me recuerda las escenas mexicanas de la excelente Traffic de Sondenbergh (aquellas iluminadas por la presencia de Benicio del Toro), y también algunas escenas de Kill Bill, que recibe un tributo más adelante, en lo que podríamos llamar el capítulo de la mosca.
El hombre de la foto, ante el espejo, rapado, envejecido, con sus medicamentos preparados, es Walter White. Químico que consume sus días entre anodinas clases a estudiantes desinteresados y un trabajo extra en un túnel de lavado de coches. Hasta que un día un médico le hace iniciar una cuenta atrás en su tiempo de vida. Repasa sus finanzas y, para cuadrar la posibilidad de dejar la vida arreglada a su familia, toma la decisión de usar sus conocimientos en química para sintetizar drogas. De una pureza que las convierte en la bomba. Contacta con amistades peligrosas, entra en el arriesgado círculo de traficantes y gente de la peor calaña. Lo hace todo con la mejor de las intenciones, pero las cosas se irán complicando. Los surcos de su cara dejan de ser de madurez y pasan a ser de astucia. Una astucia torpe, pero una astucia que le permite seguir adelante.
Repito: Breaking bad no es sencilla ni, seguramente agradable. Para delicia de los estudiosos más profundos, quizás su personaje busque la redención, quizás huya del laberinto sin salida que una curación le procuraría. Quiere cuadrar plazos y cantidades. Morir justo cuando tenga el dinero que necesita, dejarlo todo limpio y claro. Posiblemente esos críticos que aúllan ante la excelencia de dos series que son casi literarias, The Sopranos y The Wire, estén algo desorientados buscando referencias en un personaje tan contradictorio como White, buscando la composición exacta de héroe y villano, pues existe el momento, sencillo de determinar, donde White cruza la línea, donde atraviesa con funambulismo circense la barrera de la buena persona. Pasa al otro lado, mira atrás y querría volver, pues eso supondría recuperar su estampa familiar. Pero el mal está hecho y empieza a pagar por él.
El mismo tono ardiente y amarillento del desierto de Nuevo México lo desprende esta fotografía. El pie decía que era el ayuntamiento de Atenas, que ardió ayer en medio de durísimos incidentes. También ardieron: la central de un banco (oportunamente llamado Alphabank), un Starbucks, un cine de esos céntricos y antiguos que en Barcelona sólo hacían arder las inmobiliarias. Declaro que no sé decir que pienso cuando veo ésto. Que no sé, pero me suena que sí, son griegas palabras como catarsis o némesis o apocalipsis. Que me extrañaría que ese cruce a la maldad tenga marcha atrás. Que tampoco sé si es un cruce a la maldad. Bastille, Bastille, Bastille.
Braking Bad me tiene atrapado. El relato no es mecánico como el de muchas series. Y además, como tu señalas, tiene una estética desconcertante. Me gustan las imágenes al cielo o al horizonte en cámara rápida y la música impecable.
ResponEliminaPor otro lado, Atenas tiene que arder. La tercera guerra mundial ya está declarada. Son los dueños de inmensos capitales contra los trabajadores. Ésta tercera guerra es la que se está cobrando más víctimas. Es hora que el bando más diezmado (y el más numeroso) comience a sacudirse la indiferencia.
Un abrazo !
Tal com ho has descrit, és el que vaig trobar a "Breaking Bad", el que em va fer enrere. Ho tornaré a intentar perquè ja porto masses avisos (com els dels toreros) per deixar-m'ho perdre. Farem cas.
ResponEliminaSi, espero el mateix. Bastille, Bastille, Bastille
I el cap d'un portuguès, dalt d'una llança, cap a finals de curs.
Salutacions
Gracias Germán, por leer y por el comentario: me queda el último capítulo de la tercera y toda la cuarta temporada de Breaking Bad para ponerme al día. Y me gusta la sensación de incomodidad que me producen algunas de sus imágenes. Demasiado rato estirado en un mullido sofá anquilosa. También es bueno estirarse directamente sobre el suelo.
ResponEliminaSobre Atenas : mira que me parece entrever una cierta invitación a la radicalidad ahí. No sé si esa es la mecha que prenderá todo, pero es un país de 10 millones de habitantes, en un rincón de Europa. Creo que lo gordo aún está por llegar. Como una huelga indefinida a consecuencia de la reforma laboral, por ejemplo.
Gràcies Tuli : m'he de llegir tranquilament el post sobre Ovidi Montllor.
ResponEliminaSobre el comentari, a mi em costava avançar amb Breaking bad pel que comento: gens agradable. Però comença a tenir uns cops amagats completament fascinants.
El portugués,em sembla, té corda per estona. Lo qual no m'atreveixo a jutjar si es bo o dolent pel barcelonisme.
Lo més és senzillament una qüestió d'odi, independentment de que sigui bo o dolent pel barcelonisme
ResponEliminasalut
Lo meu, volia dir...
ResponEliminaÉs un pur mercenari, home, i es comporta com tal.
ResponEliminaEs el Dwight K. Schrute del fútbol: aquell que diu "Mi máximo valor es la fidelidad, pero si en otro sitio pagasen más por mi fidelidad, allí me iría"
Genial The office, per cert
Muy buen post.
ResponEliminaVengo leyendo, hace meses, recomendaciones de Breaking Bad. Uno de estos días tendré que comenzar a ver la primera temporada, aunque la conexión no me ayuda. Sobre Grecia, qué decir? Más allá de los problemas económicos y políticos, me entró pena al saber que quemaron también un teatro que data de 1870. El reclamo vale. Que el pueblo haga sentir su descontento. En países del tercer mundo tendemos a pensar que no pasan estos tipos de alborotos en el viejo mundo. Lo más cercano, para mí y con mi edad, es la crisis de Estados Unidos y España. De esa manera vamos (voy) comprendiendo que el individuo tiene reacciones similares si se encuentra bajo los mismos incentivos. La masa culta, contiene sectores divididos en: miedo, ansiedad, ira, resignación, tranquilidad. Si la indignación hace eco en cada pecho, la masa se vuelve, por un momento tal vez, uniforme, pero en qué sentido o beneficio? Qué traerán consigo los saqueos, incendio, destrucción? Despues de todo, a través de impuestos que se cobran sobre su reducido sueldo, se paga a las personas que reparan lo que hicimos y también a las personas que nos hicieron enojar. No sé si me explico. A la distancia y desde dentro, oto que todo el mundo está mal, pero si lo veo por secciones, cómo areas no conectadas, a pesar de cada problema, el individuo persste en existir y sonreír. Las personas conversan de la crisis y la falta de dinero en medio de una cena costosa o una fiesta grande.
Saludos.
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No lo revisé antes.
Muchas gracias, Ronny, por los comentarios, y por tu análisis. Creo que Europa bien hará en revisar con humildad esa condición de primer mundo de la cual hemos abusado claramente. Nuestras fábricas están en Asia o en Africa, los clientes que compran nuestros productos en América o también en Asia. Los europeos, o nuestros gobernantes, pensaron que podíamos vivir de rentas de comercializar o diseñar esos productos, que nuestra aportación de creatividad e innovación era suficiente para vivir del cuento eternamente. Gastaron el dinero que todavía no habían ganado, y cuando llega el momento de devolverlo, ni se gana el dinero ni existen las perspectivas. Un gran engaño al que nos han llevado de la mano los políticos, sin que prácticamente ninguno de ellos haya asumido ninguna responsabilidad.
ResponEliminaSobre Breaking bad: inténtalo con los primeros capítulos, me dejé tanto en el post como en los comentarios posteriores una palabra que la define a todos los niveles : FRONTERIZA.
Francesc. Tu artículo me motivó a mirar la serie. Ya me la había recomendado un amigo visionario, y la desestimé. Así que en cuanto pueda empezaré a verla. Un abrazo!
ResponEliminaGracias, Diego, bienvenido a esta cada vez más numerosa manada. Lejos de retractarme, he rematado mi entusiasmo en un nuevo post hoy mismo. En breve leo tus escritos. Saludos desde Barcelona.
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