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Wittgenstein relegado a segundo plato. Si supiera alemán, haría un anagrama con su nombre. |
Un caso práctico: mi mujer se pasea por blogs muy curiosos. Blogs donde chicas cuelgan y comentan sus looks. Blogs de trend-hunters y , algunos, blogs algo narcisistas, otros blogs que parecen repletos de acné y aún conservan un olorcillo a colonia de bebé. Como Blogger ha montado esta maraña de links y relaciones algunas de sus autoras me visitan aquí o en otros de mis puntos de presencia en la red. Y como soy muy partidario de hacer todo lo posible por la reciprocidad, pues intento hacer lo propio. En una de esas situaciones me encuentro a una aspirante a escritora. Exactamente esas son las palabras que la definen, pronunciadas sin la mínima inflexión de sorna. Y la chica pide consejo sobre los dos capítulos que ha escrito. Por supuesto, los comentarios halagadores proliferan, a los que replica con amabilidad y educación. Los míos no lo han sido en absoluto. Para nada: le he recriminado infantilidad y bisoñería en los temas, precariedad en el estilo y algunas cosas más, siempre procurando no desanimarla. No es que me sienta salvando el futuro de la literatura, pero debo tener esas cosas como producto de la edad: desiertos de comprensión en oasis de mala baba. Es como cuando le advierto a mi hija que muchas de esas canciones que devora en los capítulos de
Glee son puros tarros de azúcar derramados sin control. Pues a
Kate le ha sucedido que se ha topado conmigo: en el sentido absoluto, como el que gira por una esquina sin saber qué hallará al dar la vuelta. Y esa casualidad me hace tener ganas de rescatarla de las garras que acechan sobre sus escritos: las del mundo rosa y chicletesco. Me ha dicho que sus referencias son Matilde Asensi y Dan Brown. Glups y más glups. Le he dicho que lea a Roberto Bolaño, que es como decirle a alguien que oye a David Bisbal que se pase a los últimos discos de Scott Walker. Es una jugada peligrosa, oenegesca, suicida, aunque carente de toda perversión. Es de esas cosas que no sabes por qué motivo, pero te encuentras haciendo. Ahora he de revestirla de sentido y de intención socialmente aprobable.
Mi pregunta es...qué tiene que ver esa foto que has publicado con esa aspirante a escritora...por lo que creo no es ninguna de las que sale aquí...es tergirvesar una imagen. Y por cierto con todos mis respectos no juzguez a todas por igual, te sorprenderías saber que más de una ha leído a Roberto Bolaño...
ResponEliminaUy !! me gusta esa foto: Pilar me la enseñó y sé que Kate no está entre vosotras. De todas maneras normalmente uso imágenes al azar en mis posts: si alguien prefiere no salir ahí, ningún problema, voy a por otra. Una maravilla un mundo donde sea compatible seguir la moda, leer a Bolaño, que te guste el fútbol y escuchar a Scott Walker. Sólo me refiero a Kate como no conocedora de Bolaño, y ya le he aconsejado que lo subsane.
EliminaYa extrañaba usted a las señoritas. Ha estado muy bien la pregunta, eh? Ahora, no retroceda, defienda y justifique la foto hasta las últimas consecuencias, Francesc.
EliminaGracias por aclararlo!!!
Eliminahttp://mysecretshopping.blogspot.com.es/
Pues Villa, nadie está a salvo de que se malinterprete alguna opinión sólo muy sutilmente teñida de crítica. A mí me encantaría un mundo donde esos dos polos aparentemente opuestos fuesen compatibles y tuvieran sectores coincidentes. Pues hasta cierta elección cultural fluctúa entre el malditismo y lo snob según quien la mencione, Mi alternativa es esa. Wittgenstein, que con quince años ya debía tener cara de anciano atormentado, surge de entre las tinieblas.
EliminaCristina: gracias por seguirme. Soy muy respetuoso con los temas de la privacidad de cada uno. Lee a Bolaño. Si te interesa la literatura puedes seguirme en Un libro al día. Hoy le toca a Kapuscinski.
EliminaFrancesc, aquí te tengo que reñir un poco. No todo el mundo quiere leer a Bolaño. A mucha gente le basta con Dan Brown. Si Kate (20 años, por Dios) quiere ser como Dan Brown, lo que necesita no es que le digan cómo parecerse a Bolaño sino cómo parecerse a Brown. Que se empape de Stephen King, mejor. En "Mientras escribo", King da consejos bastante sensatos.
ResponEliminaComprendo. Aunque mi hija leyó a Bolaño con 13, o 14, y comprendió (y difundió entre las amigas) que eso estaba magníficamente escrito. Puede que haya pasos intermedios, pero ahorrárselos, con lo corta que es la vida, no me parece tan grave. Ese libro de King hace tiempo que me apetece leerlo. Aunque me resulte curioso leer King y la palabra sensato en la misma frase.
EliminaGracias por leer!
Hace rato que no digrego (el verbo no existe oficialmente; intento aludir a la digresión).
ResponElimina¿Me parece a mí, o Wittgenstein tiene -en esta foto, al menos- un cierto Tito Vilanova look?
Puede que esa frontalidad en la mirada, sí. O puede que debas salir un rato a airearte. Esa sería una opción. Allí es otoño, los árboles deben empezar a perder hoja y el viento empieza a ser fresco. Va bien para el exceso de blogs. Ahora bien, yo estoy encantado.
EliminaPues, para tu orgullo o tu pesadilla, no hay tal exceso de blogS; mi adicción es monoblogal.
ResponEliminaPues gracias. Bien pensado, para qué más: aquí hay de todo. Ha habido gastronomía, arte, deportes, política, más todo lo cultural. Falta sexo, por eso, pero en Internet yo con eso no puedo competir.
EliminaHe leído esto "¿qué tendría algo que ver con mis padres y Gordon?" y no he podido hacer más al respecto. Bueno sí: pensar en Gordon Shonway, el mejor que ha dado la televisión.
ResponEliminaYa: recorrido le falta a la chica. Es que no sé el motivo de intentarlo. Puede que me ha conmovido a un nivel paternalista, no sé. Pero prefiero que no se lo tome a mal, mi intención es salvar por lo menos a alguien de las garras del mundo best-seller.
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