A ver: cuántas series hacen que cuando acabe el último capítulo de una temporada uno diga "joder". No ese "joder" que tiene un final como de suspiro. No. Ese que es contundente, con la "j" ligeramente marcada y la "r" con un ligero arrastre entre la lengua y el paladar.
Pues esa es la sensación. Menuda panda de desalmados, los guionistas de la serie. Pues, aparte de encargarse de que la cuestión de si habrá o no una tercera temporada no haya sido clara ni excesivamente divulgada (alimentando la duda de si todo iba a saltar por los aires en el último momento de la segunda), han pulverizado algunas reglas de oro que unos cuantos osados (pero no tan osados como ellos) nos atrevimos a promulgar contundentemente: que si la idea era muy difícil de explotar por más de una temporada, que si era difícil encontrar giros de guión capaces de dar una vuelta de tuerca más, que si la idea podía agotarse.
Pues ahí está: que os den morcilla a todos. Sí, lo han hecho, lo han conseguido, ahora hablaremos de esa difícil tercera temporada tal como habíamos hablado de la segunda, pero resultará que poco podremos decir, y que el tono de escepticismo tendremos que matizarlo bastante. Es posible que llegue un día en que nos hartemos de Homeland pero, a la vista de lo contemplado hasta ahora, ese momento no parece estar a la vuelta de la esquina. Y por mucho que Homeland sea una serie escapista, donde el único sentido crítico está profundamente encubierto bajo la guisa de puyas al sistema burócrata y secretista de las capas de administración americanas : estado, CIA, FBI, y servicios secretos variopintos, y a su intervención y manipulación con segundas y terceras intenciones en los conflictos bélicos más recientes, por mucho que algunos de sus giros puedan levantarnos suspicacias (pero no las suficientes para poner en duda su calidad y su maestría en generar tensión), es una serie de primer rango, de ésas que van de boca en boca y que vienen a demostrar esa ley no escrita de que cuando los norteamericanos se ponen a fondo con algo, no hay quien los iguale. Hasta pronto, Carrie.
Buena reseña sin estropearnos nada a los lerdos.
ResponEliminaMe hubiera gustado ver cómo comentabas Sexto Sentido.
Ah, volviste al boca en boca, en lugar del boca a oreja. Te agarré!
A punto estuve de dejar escapar una única frase, una única duda... Creo que decir de boca en boca es completamente correcto: lo incorrecto es hablar de algo que se difunde de boca a boca. No puedo descuidar un momento el estilo.
EliminaGracias por el comentario, Villa.
lástima qué apenas veo la tele.
ResponEliminahttp://mysecretshopping.blogspot.com.es/
Yo tampoco veo la TV: selecciono lo bueno que van dando y lo voy mirando cuando yo decido. Con excepción de los partidos del Barça, of course.
EliminaEs verdad que Carrie se ha ganado un huequito en nuestros corazones...lo que no deja de sorprenderme es la capacidad que tienen para no agradar alejarse del happy ending (al menos hasta ahora) en otras palabras de imaginar...abrazos!
ResponEliminaPues sí: y tú deberías archivarla bajo la etiqueta "mujeres que se enamoran de canallas completamente inadecuados". No sé cuánto serán capaces de alargarlo, pero mientras el placer es nuestro. Gracias por la visita y el comentario, Blue!
EliminaEs cierto. Yo también me pregunté a mitad de la 2da temporada, cómo carajo iban a hacer para alargar una historia que ya no tenía para más. Y en un momento tengo que decir que a mí no me gustó el giro, pero me volvió a atrapar enseguida. Las vueltas de tuerca de Homeland, son tan buenas como las de Breaking Bad. Y eso ya es decir mucho. Es una serie indispensable. De primer nivel, como vos decís.
ResponEliminaAbrazo!
Homeland es perfecta como entretenimiento. Breaking Bad la veo más ambiciosa y de más alcance. Ambas cercanas al diez absoluto en sus categorías. Quizás Breaking Bad no depende tanto de sus golpes, que los tiene, porque sus puros silencios y sus puros lapsos son puro oro. Homeland juega otro tipo de intriga, quizás más disfrutable en su momento y no tan perdurable, una vez desentrañado el misterio. Uh, cuánta teoría: disfrutemos de las dos, que desde el día 21 volvemos a tener la eternidad por delante. Gracias, Sigma, y felices fiestas.
EliminaSi, es cierto lo que vos decís. Con mi comparación quería referirme solo a los giros en la historia, las vueltas de tuerca. Las dos series son de enorme calidad y sí, yo también veo mucho más ambiciosa a Breaking Bad, que está claro que va a quedar en esa selecta lista de las mejores series. A Homeland hay que darle tiempo, porque ahora viene la tercera temporada, una bastante difícil, pero de la que ya han solucionado mucho con el final de la segunda dando a entender lo que se pueda llegar a venir. Démosle tiempo para ver hasta dónde llega. Si quieren dejarla bien alto, tienen todo para ello, porque ya demostraron que son capaces de mutar la historia sin cagarla.
ResponEliminaAbrazo de gol!
Los ocho capítulos finales de la última temporada de Breaking Bad me tienen absolutamente espectante: creo que hablamos de una de las series de mejor desarrollo de la historia. No sé si podré esperar tanto tiempo.
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