- Si vas a levantarte cierra un poco la ventana.
- Voy. Estaba pensando lo mismo.
- La mejor época del año: aún hace calor por el día pero puede dormirse por la noche.
- En la calle se está de gloria.
- Bueno: si te quedas parado acabas teniendo fresco y todo.
- Se acabaron las bermudas, casi.
- No necesariamente. Es cuestión de moverse y acostumbrarse.
- ¿Cuando empiezan los niños el colegio?
- Un par de días, creo.
- Esto es una locura, joder.
- Ya cambiará la racha.
- No está quejica ni nada el tío.
Lo peor de todo en ese piso era ponerse de acuerdo para limpiarlo todo y dejarlo presentable. El pacto no escrito era que sólo podía hacerse cuando estaban todos: nadie debía eludir esa obligación. Entonces, ya de noche como para que ese ejercicio no fuese un sudoroso experimento pero no lo bastante para causar molestias a los sensibles ancianos de abajo ("¿pero los viejos no se vuelven sordos?, ¿cómo pueden quejarse de que hagamos demasiado ruido?"), cada uno de ellos empezaba a trasegar con algún detalle en concreto. Recoger latas y botellas vacías, pasar el trapo por el polvo, mover los sofás y barrer lo que iba quedando debajo, sacar las sábanas y hacerse cargo de llevarlas a lavar y de poner las limpias. Comprobar si las toallas volvían a tener ese indescriptible olor, mirar las cargas de los aparatos contra los mosquitos, fregar los platos y los vasos a conciencia, ordenar el contenido de la nevera.
Como una brigada, calladamente daban cuenta del piso y, tan coordinadamente como habían empezado a hacerlo, se sentaban a medida que pensaban que habían acabado.
Luego se miraban, cuando el último de ellos tomaba asiento, siempre después de pedir a todos que se levantaran para corregir algo la posición del más grande de los dos sofás, con un aire algo satisfecho, y reinaba entre ellos una especie de ambiente como el que uno siente cuando acaba un capítulo en un libro y empieza otro.
Sonó el timbre y dejaron la puerta abierta esperando a que subiera. Esa estampa siempre les recordaba a Seinfeld.
Fue entrar, algo sudoroso, como siempre, y sonar su teléfono. Apenas le dio tiempo a dejar un papel sobre la mesa, que estaba, gracias a la labor común, limpia, casi reluciente salvo por el par de manchas ligeramente deslucidas que habían dejado los cercos de los vasos.
- Sí... soy yo, diga.... sí... claro...pues iba a volver en cuanto tuviera una mañana libre...no lo sé...de hecho tengo algo más, si quiere, dígame cuando puedo ir.
Sólo para pelear, porque sé que te gusta un poco la trifulca, es que traigo aquí tu último comentario:
ResponElimina"Bueno: los americanos han hecho que esta última temporada (la quinta) quede dividida en dos subtemporadas de 8 capítulos. La primera parte de ella es la que se ha acabado hace unos días. La segunda, dice Horacio, nos condenan a esperarla unos larguísimos meses. Con todo el aspecto de que van a ser ocho formidables dosis del mejor nivel. Mejor así: aunque uno crea que nunca se va a cansar, las cosas pueden agotarse. Mira lo que pasa con The Office. O lo que pasó con Lost, que, ya, desde aquí, declaro que es el paradigma de como NO debe acabarse una serie."
"Los americanos": a quién te refieres? no me digas que tu también piensas que los del norte son los americanos y nosotros sólo los sud-americanos? Dime que no.
Luego, "larguísimos meses": quieres decir que cada mes durará más de 30/31 días? por ejemplo habrá un mes con 38?
Y al final: "Lost...paradigma de como no debe acabarse una serie" Lo pego justamente aquí porque ya tengo miedo de que termines la historia de Jesús de un modo, cómo decirlo, de un modo Lost, me entiendes? Me doy cuenta de que cada vez me atrapa más la trama y me intriga ver dónde para todo esto (o saber qué es lo que está sucediendo, vamos! que no cazó de que diantres va todo el misterio!)
Digo todo esto con temor a quedar como el mala onda de la película, pero hoy estoy un poco deprimido y quería pelear un poco con alguien.
Visca Catalunya! (eso no cambia)
Perdón por el lapso: los usamericanos...
EliminaLost: paradigma de que no tenían ni idea cuando empezaron que la serie llegaría tan lejos... con lo cual empezaron a improvisar de mala manera, a irse por vericuetos de los que no sabían como salir, o mejor dicho sabían que solo se saldrían con esa chapuza final.
Finales como los Soprano... oh my god.
No: no conseguiréis que batalle: menos de dos horas para un día muy importante: esperamos salir en primera página en todo el mundo.
Francesc: mis mejores deseos para la movida de mañana. Trataré de seguirla por cuanto medio esté a mi alcance; dudo de que ninguno de ellos sea argentino. Ojalá Fresán se acuerde de este asunto, en su crónica semanal.
EliminaVilla: ánimo. Va palmada en la espalda.
Veamos si resulta ser todo lo que esperamos. La verdad es que la ilusión, a las 11 de la mañana, está en la calle, llena de banderas en los balcones. Parece ser que se podría.
Elimina