Escribo ésto en domingo. Ante mis ojos, la pantalla en blanco.
Seguro que esta pantalla en blanco, de un portátil Samsung R540, dispone de una tecnología adecuada que impediría, a diferencia de la luz solar, que mis pupilas fueran dañadas en caso de una exposición prolongada. Mi mirada recorre la pantalla, y a medida que hay menos pantalla en blanco, y más letra escrita, me invade una sensación mezclada: paz interior, al menos parece ir saliendo algo que pueda presentar como texto (contraería presentar como texto, y me sale pretexto), a la vez excitación. Mira que si de ésto saliera algo bueno. Nah (que es mi última manera de decir "no": como con una especie de guisa algo usamericana).
He quedado congelado en ese momento de la mañana del sábado pasado. La pelota surca el cielo, chutada por Gerard. Es un cielo que ahora recuerdo como el de los capítulos de Oliver y Benji. Es un cielo donde hay pocas nubes, y algunos árboles frondosos que se recortan en el azul. Es un cielo de un azul primaveral, de ese azul primaveral que no debería definir como barcelonés. Los colores sólo son londinenses o parisinos. Sí. Es lo que nos vende la publicidad, pues será cierto. El balón es un Size 4, desgastado por el cúmulo de partidos y entrenamientos, sin una marca reconocible. Además, que más da: su giro en plena trayectoria impide reparar en ese detalle. El gol es el tercero del equipo de mi hijo. El que nos permite (el partido acaba 3 a 2) ser el único equipo que derrota al campeón de nuestra competición, y asegurar una muy digna cuarta plaza (para ser un equipo nuevo, y con niños un año menores que la mayoría de nuestros contrincantes). Tengo muy claro que todo eso es irrelevante, sólo se trata de un equipo entre decenas, de un partido como hay miles.
No sé por qué motivo, tras escribir estas frases, como arrastrado por la trampa de la emoción y del torbellino de sensaciones paterno-filiales ( y por haberla leído mencionada en Cineclub), me entran ganas de ver, por primera vez, El exorcista. Ya veo a algunos de vosotros con las manos en la cabeza, veo incluso como algunos cuchichean y se dicen entre sí cosas parecidas a "y nosotros haciéndole caso al tío éste". Pues que diréis si os digo qué tres grandes obras de la literatura USA se atrasan una y otra vez en mi pila de pendiente, sin que vea el momento adecuado para acometerlas o, peor, horror, mátemos ya al tío éste, superar sus primeras 30 páginas. Lo digo bajito, y pasamos rápidamente a otro tema: A sangre fría de Capote (más o menos sabido, y justificada razón para que 6Q haya dejado de escribir, ofendido, en su propio blog), Santuario de Faulkner (que ha estado colgada un par de días como lectura en curso, pero, otra vez, no es el momento) y El gran Gatsby de Scott Fitzgerald (después de una intentona de unas, repito, 30 páginas donde no me aclaraba donde era la casa de la fiesta y qué pintaba una sobrina de tres años y unas chicas que eran primas, o así).
No sé por qué motivo, tras escribir estas frases, como arrastrado por la trampa de la emoción y del torbellino de sensaciones paterno-filiales ( y por haberla leído mencionada en Cineclub), me entran ganas de ver, por primera vez, El exorcista. Ya veo a algunos de vosotros con las manos en la cabeza, veo incluso como algunos cuchichean y se dicen entre sí cosas parecidas a "y nosotros haciéndole caso al tío éste". Pues que diréis si os digo qué tres grandes obras de la literatura USA se atrasan una y otra vez en mi pila de pendiente, sin que vea el momento adecuado para acometerlas o, peor, horror, mátemos ya al tío éste, superar sus primeras 30 páginas. Lo digo bajito, y pasamos rápidamente a otro tema: A sangre fría de Capote (más o menos sabido, y justificada razón para que 6Q haya dejado de escribir, ofendido, en su propio blog), Santuario de Faulkner (que ha estado colgada un par de días como lectura en curso, pero, otra vez, no es el momento) y El gran Gatsby de Scott Fitzgerald (después de una intentona de unas, repito, 30 páginas donde no me aclaraba donde era la casa de la fiesta y qué pintaba una sobrina de tres años y unas chicas que eran primas, o así).
Shhh! Un solo comentario que puede ser de ayuda: mira la película Capote y quizá te den ganas de leer la obra (o de dejarla infinitamente postergada).
ResponEliminaNo puedo ayudarte más, porque cuando leí El gran Gatsby, a Faulkner (no ese libro que mencionas, pero varios otros)o a Capote lo hice por disfrute.
(Por favor, no digas que no has leído a mi adorado Hemingway, no lo digas, eh)
Estoy un poco triste, me acabo de enterar de la muerte de Bradbury y hace unos días gocé como una niña con su Vino del estío... Saludos!
Hola Lau.
ResponEliminaPues no leí a Hemingway, no.
Y prefiero leer primero el libro en todos los casos. Para evitar decepciones y para dejar que sea mi imaginación la que genera caras y cuerpos y escenarios.
Todavía tengo las manos en la cabeza por lo de El exorcista. Verla ahora, con tu poca capacidad para volver a esa época con ojos inocentes, te dará risa. Y es lógico. Y más si ves la versión ampliada años después. Te lo perdiste.
ResponEliminaAhora que ha muerto Bradbury, supongo que lamentablemente tarde y aprovechando la sinergia se decidirán a hacer el nuevo Farenheit en concidiones.
Caramba por Lau. Espero que no lea esto. Pero El viejo y el mar me pareció un apñoez. Los que sepan jugar al apalabrados lo sabrán interpretar. Tengo claro que la culpa es totalmente mía. Pero no me permitió avanzar en otras obras.
Cuento con superar el bache en breve. Ya tengo tema y título para volver. Pero para que escribir si te puedo leer.
6Q
Ya veré El exorcista un día de éstos. Los ojos inocentes...buen título.
EliminaBradbury:91 años, al menos no antes de lo que le tocaba.
Pobre Lau, soy de hacer caso pero Hemingway, no sé. Probaré.
Respecto a lo de no escribir porque ya lees, otro apalabrado.
Ocrabnoza !!
Si te sirve de consuelo la primera vez que me leí "la conjura de los necios" fue después de posponer su lectura unas... ummm cincuenta veces! Y ahora es uno de mis preferidos. Léelos cuando realmente te apetezca, eso si, no te mueras antes de leer "A sangre fría"! ;)
ResponEliminaSaludos.
Gracias !! Me suenas del blog de Elsofataronja !! Y he visto tus blogs, me gusta el de parasitando, y ya lo pongo aquí al lado.
EliminaLa conjura de los necios, está en mi estantería desde hace lustros, quizás debería leerlo de una vez, fue un regalo de Guillermina Motta, que igual te suena.
Y no pienso morirme en unos cuantos años, así que A sangre fría acabará cayendo.
Salut !!
Yo tampoco pude con Capote, ni con Gatsby (¡aburriidooo!), Santuario no lo leí, pero si Palmeras Salvajes (traducción de Borges, hay una anécdota interesante en torno al final) y Luz de Agosto, muy buenos los dos. Siguiendo con Faulkner... Lo tenés a Onetti?
ResponEliminaEl de Capote es bueno, Quién, no me cabe duda, Música para camaleones es un espectáculo. Gatsby lo dejo para de aquí adelante, sin prisas, igual que Faulkner. Recomendaciones sobre Onetti, por favor.
EliminaPara empezar "Los Adioses" o "Dejemos hablar al viento", "Jacob y el otro" es corto y se lee rápido pero no es de lo mejor. "El Astillero" para muchos su mayor obra. Ve y elige cualquier cosa, todo es bueno, algunos son mejores. Vuelvo a recomendar "Los Adioses"
EliminaHabrá que acercarse a la Biblioteca (otra vez).
Elimina