Resulta que yo era escasamente consciente de quien era Augusto Monterroso cuando, hace cerca de dos años, había empleado el texto íntegro de uno de sus cuentos para titular un post. Un cuento brevísimo, por supuesto.
Obras completas (y otros cuentos), es el irónico título que Monterroso dio a su primer libro, un conjunto de relatos con el que este escritor guatemalteco que se afincó en México debutó en 1958. Curioso, los relatos no acusan en ningún momento esos 50 años de existencia. Monterroso ya era un escritor moderno entonces y su estilo poco puede envidiar a maestros de la narrativa corta como Carver o Monzó. Lo único que me ha parecido algo chocante con este libro es que los relatos sean más brillantes cuanto más cortos. Parece que la extensión prolongada dinamite la frescura y que la desnudez sea su mejor complicidad.
Relatos como Diógenes también quedan lastrados por esa intentona de desarrollarse en exceso, mientras el inicial Mister Taylor, el mejor a mi gusto con mucha diferencia, es justo el que debería marcar el tono del libro, con su concisión, su magnífico desarrollo y su agradable sensación de parábola surrealista con muchísimas alusiones a realidades muy cercanas, prácticamente contemporáneas. Cosa que me deja, en el fondo, una sensación agradable: aunque no es mi género favorito, el relato corto es una buena manera de acercarse a la obra de un escritor y de emitir una valoración en su conjunto. Salvo libros como Knockemestiff, dotados de una cohesión que convierte los cuentos en episodios de una novela coral, este libro es un ejemplo de como la narrativa corta actúa de menú degustación. Algo parecido puede decirse de los numerosos libros de cuentos de Bolaño. En el fondo, el escritor presenta así su obra a sus lectores sin el exceso de pompa y de convicción de una novela: enseña lo que es capaz de hacer con este tema y con aquel otro. Otea la reacción (rara vez quien escribe no otea la reacción, rara vez quien escribe no observa las miradas de quienes le leen) y se aventura por el camino donde es mejor bienvenido. No siempre, pero es así. En cualquier caso, me quedo algo indeciso en lo que se refiere a indagar más en la obra de Monterroso. Si mejor cuanto más conciso, cómo voy a probar su única novela.
Sabemos que todo es relativo. No dejes a tus sospechas alejarte de algo que podría se run buen libro. Desconozco a Monterroso y miento si digo que bajaré algo, no por ahora al menos.
ResponEliminaPubliqué ya un texto en relación al juego, espero que esté a la altura del tuyo y el de Germán que resultaron muy buenos.
Hola Ronny: Monterroso tiene detalles por los que merece la pena indagar más en profundidad.
EliminaLeí el cuento: excelente, más americano, otra visión más, me encanta como has usado la tercera persona, esa figura del observador al que le van pasando cosas, me gusta que pasen cosas ajenas al negocio, y los guiños, es como una nueva perspectiva. Estoy muy feliz de cómo está funcionando el experimento. Puedo colgarlo en mi blog, igual que el de Germán ?? Creo que
Ni me esperaba la pregunta, Francesc, claro que está permmitido! Y gracias, que bueno que haya gustado. Me pareció interesante convertir a Germán y a ti en tenderos y sentirme vigilante de sus tiendas/textos.
EliminaCada vez que leo esos textos (Karina añadió otro magnífico) me entra una sensación rara, como una mezcla de orgullo y satisfacción algo paternalista, de excitación, no sé, es una tontería de idea pero hemos hecho algo entre cuatro (de momento) uno en cada punta, y esto está funcionando. He de enviárselo a Casciari.
Eliminallego tarde? Hay posibilidad de participar todavía? Cómo hay que hacer? Los cuatro relatos están muy bien, realmente. Saludos!
EliminaAquí nunca es tarde y menos en verano. Si quieres saberlo busca en el post llamado "El movimiento se demuestra corriendo" del cuatro o cinco de junio. Inicialmente se trataba de no quedar bajo la influencia de otros relatos sobre el mismo planteamiento, pero ya resulta estimulante ver lo que se hace sabiendo lo que otros hicieron. Gracias por seguir la serie !!
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