De repente algo llama la atención por encima de otras cosas, así que despiertas de cierto letargo autoinducido y aceptas la invitación.
Me ha gustado mucho Drive. Despues de varios meses sin películas que me impactasen (la última que recuerdo es La red social, justo cuando David Fincher va a estrenar una no sé si muy necesaria nueva versión del primer Millenium), resulta que una película tan poco espectacular, tan esquemática y tan poco pretenciosa me hace renacer algo ese sentimiento casi olvidado por el buen cine.
No sin aclarar que Drive parece una especie de confirmación de un cierto punto de inflexión. Aquí son actores poderosamente conocidos por su intervención en series, los que componen pequeños papeles: Barbara Hendricks, curvilínea y estilosa secretaria en Mad Men, se despoja de todo glamour. Bryan Cranston, perpetuo moribundo en Breakin' bad, que parece alargar el papel que tendría allí si no hubiera descubierto el MDMA. Don Perlman, capo en Sons of anarchy, dispuesto a batir records de palabrotas por frase.
Y los actores principales, dos perfectos desconocidos con una evidente química, evidente por breve, intensa y concisa.
Drive es una película romántica, en el fondo, que bebe de muchas otras películas, en muchas de las cuales me siento muy cómodo. Entonces todas las piezas crean una especie de sesión continua de ligeras referencias muy sobriamente expuestas, que en otras películas (aquellas que uno rápidamente olvida) son un lastre, y aquí son la precisa razón que te fascina hasta que la película acaba (unos razonables 98 minutos que son muy de agradecer en tiempos en que, abrumados por el poderío narrativo de las series, muchos directores no perdonan las dos horas y cuarto, o directamente las segundas y terceras partes). Los críticos y las listas de fín de año la han ensalzado, y puede ser que muchos escépticos se pregunten por qué.
Sus obvias reminiscencias, y ahorraré aclarar motivos pues acabarían arruinando la trama, (y creo que en este punto debo decir que es una película, con lo que se hace últimamente, de visión obligatoria), serían, a medida que los voy recordando (ejercicio de recuerdo que me resulta agradable y ensoñador):
Lost in translation, Taxi driver, Collateral, Blade runner, Two lovers, Una historia de violencia, Fargo, Donnie Darko, Carlito's way, y cierto cine británico de bandas.
¡Caramba! ¡Una entrada sin que hayas apuñalado virtualmente a nadie! ¡Estas blandito!
ResponEliminaExcelente oportunidad para desearte un estupendo 2012. Lo habría hecho ayer, pero atropellaste a Presuntos Implicados, ninguneaste a David Ghetta llamándole patán(raro que no jugaras con el apellido = David "Jeta"), le diste una collejilla a The Human League por no repetir algo bien hecho. Don't you want me, love action,...uf. Me sigue atormentando la estética (mi estética) de la época. Entre tantas tortas no veía el momento, pero hoy si.
En fin. Me apunto Drive.
Por asociación de ideas me viene la canción de The cars, que supongo estará en las antípodas de la esencia de esta película.
Que tinguis una molt bona entrada d'any!
I a veure si ens veiem un dia!
6Q
Feliz año, 6Q. A no ser que encuentres algo defendible en David Ghetta. Entonces debería revisar ese deseo. O no. Vamos, que me aturullo !. Respecto a The Human League, convendrás conmigo en que después de Dare!, la enorme expectativa de tan grandioso disco no ha hecho más que ser decepcionada una y otra vez. Tras 30 años, será lógico perder la esperanza, o no?. A lo mejor no eran ellos, era Martin Rushent, el productos. Qui lo sà.
ResponEliminaDrive, la canción de The Cars... pues quizás comparta algo cierto tono algo tristón, pero nada que ver. La película es muy contemporánea, muy dinámica en su estaticismo. Es una película muy orgullosa de ser película y no primera parte de una saga. Si estás yendo al cine con cierta frecuencia, no deberías perdértela.
PD : a ver cuando vuelves a la creación, maestro, y nos dejamos de tanto voyeurismo...
"Drive". Demà hi vaig jo a veure-la.
ResponEliminaJa t'explicaré
bona entrada d'any
retarded