Deberían temblarme las piernas, pero demuestro mi auto-control. Ni siquiera tiembla mi voz. La octava y última temporada de Entourage está disponible, aunque de una manera gradual, y ya he podido ver los tres primeros capítulos de lo que parece que va a ser una especie de batalla final de Vincent Chase por huír de todos los vicios que la fama desmesurada acarrea, de no caer en esa madeja de una manera irreversible. Batalla que no sé si ganará o no.
Donde Big Bang Theory o Modern Family son claras comedias y The Wire un drama duro, sin concesiones ni a la sana ironía, Entourage está en un difuso territorio intermedio. Cómo me gusta y cómo la recomiendo. HBO, para variar, por cierto. Profusión de modelos, de actores y gente del show-business haciendo cameos, casi siempre interpretándose a sí mismos. Joder, la mismísima Meadow de The Sopranos !! No le puedo pedir más a una serie y encima va a ser una que veré acabar, y habré acompañado en su lógica aunque triste evolución. Que hace la pinta de ser el testimonio de una lenta decadencia, de un momento crítico y culminante donde algo dejará de ser para siempre como ha sido hasta entonces. Los tres capítulos que he visto sólo hacen que acrecentar mi expectación y adelantar mi desánimo ante su más que cercano final definitivo.
Barça : lo dije, tajante, vehemente, va, pongamos algo prepotente, no hay dudas. Será cuestión de, aunque no me caiga bién, alabar la discreción de Rosell, sus pocas ganas de protagonismo (aunque he de reconocer que también me gustaba el desparpajo desacomplejado de Laporta). Recuerdo por eso que aporté datos matemáticos que demostraban objetivamente la condición de mejor presidente del Barça hasta hoy para Laporta. Si añadimos la cuestión de la condena de cárcel a Nuñez, ya no hablemos. No creo que Laporta sea condenado a seis años por su prominente barriga de bon-vivant, o por sus devaneos con jovencitas, o por sus puntuales pero justificados excesos alcohólicos. Aún con esto, reconozco tímidamente que a pesar de mi escepticismo, Rosell lo hace bién, aunque me caiga mal.
Justo lo contrario que Pedro Marín, al cual le envié de buena fe mi último post, que me ha respondido con un sonoro bofetón, o soplamocos. El resumen final es : a mí no me gusta nada como canta, a él no le gusta nada como escribo ( o lo que escribo). Bueno, eso se llamajusta reciprocidad. Yo no haré proselitismo.
Proselitismo para las religiones, aunque visto lo que representan ciertas religiones yo le llamaría promoción. El pastor alemán, al que esta semana le sirven la comida en Madrid, dice de los ateos que nos consideramos nosotros mismos como dioses. Wow, Beni ( te llamaré Beni, Benito me recuerda cierto defensa merengue de tradición destralera, y por otra parte Benedicto me suena a adicciones), me has descubierto cierto aspecto de mí mismo que desconocía. Mi ateísmo se quedaba en considerar que somos simplemente individuos de una especie animal particularmente complicada, y que nada había antes ni después del fenómeno químico que nos da vida. Pero si ser ateo es algo tan egoísta seguiré siéndolo, aunque quizás un poco más arrepentido.
Bon, no puedo frenarme cuando se habla bien de Laporta...Yo lo vote...pero lo pague caro...su barriga la hemos pagado los socios, sus mujeres también...se muy bien lo que hablo...él ha robado, espero que lo expriman o le hagan perder unos quilos en “chirona”
ResponEliminaLaporta nos engaño desde el primer día...Rosell todavía no lo ha hecho.
Yo quiero al Barça eso es lo que siempre queda, los directivos, jugadores etc. siempre acaban marchando...pero me indignan (palabra de moda) los chulos embusteros que encima se toman una copa a mi costa.
El pastor Alemán otro que me indigna...él reza por los niños pobres, pero se gasta el dinero para darles de comer...brrrr