dissabte, 10 de maig del 2014

BETA TESTER

Los tres sentados. Hablando entre ellos. Los conozco más por la voz, que suena rotunda, suena con poder sonoro, pero sin poder físico. Me fijo más en su curiosa disposición, sobre una pequeña ladera que les da, dependiendo de la perspectiva, un ligero efecto a sus siluetas, de quedar como recortados contra el horizonte. Me fijo más en esas tres piedras, una de las cuales mantiene visible una parte de musgo que revela que ha sido movida para situarla allí. Piedras sobre las que ellos están sentados, formando una especie de tríángulo equilátero, con una pose que muestra expectación pero cierta indolencia, una pose que es tan obvia y tan manifiesta que me impide alcanzar sus caras con la vista antes de oir la frase.

- Ya iba siendo hora.

2 comentaris:

  1. Dos tristes tíos sentados sobre tres tristes piedras. Hablando entre ellos. Los conozco más por la voz, que no puede ser más triste, así que, según me acerco, me fijo más en las tres tristes piedras que en los dos tristes tíos. Una de ellas, por ejemplo, mantiene visible una parte de musgo, lo que revela que ha sido movida hasta situarla allí. Además, tíos y piedras forman un triángulo equilátero, aunque sin tener en cuenta la falta equilibrio. Una falta de equilibrio tan obvia y tan manifiesta que me impide alcanzar sus caras con la vista antes de oír la frase:

    -Ya iba siendo hora

    (Alguna intención tenías en con el test. A mí se me ha ocurrido este microrrelato. Podríamos titularlo: «Un triste». Podríamos incluso rizar el rizo de los títulos y salirnos con un título imposible.)

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    1. Pues voy a ver si tu adaptación me lleva a mí a cualquier otro lugar, Un poco como esas canciones que se traducen al japonés y se vuelven a traducir. Salen cosas muy raras con experimentos así. Aunque a ti te voy a hablar yo de rareza.

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