A veces hace falta que pasen unos meses: Ultraviolencia de Miguel Noguera era un artefacto a medio camino entre la historieta y el libro que arreaba patadas en las partes que a uno le hacen doblarse de dolor. Nada de cosquillas: hostias descomunales con carrerilla incluida. Si no hubiera leído el libro, hoy no me quejaría de la falta de valentía de la gente con las bromas.
Envíale a un tío bajito que busca trabajo una oferta para hacer de extra de un enano en el circo.
Bromea con la gente que tiene familiares ingresados llamándoles de madrugada para decir que corran al hospital.
Averigua los nombres de los maridos de las enfermeras y diles el nombre de los médicos que se las cepillan las noches de guardia.
Especula con las personas pertenecientes a grupos de riesgo de infartos y atemorízalas: ponles discos de Aphex Twin para llamarlas desde números privados a altas horas de la madrugada.
Recupera la esencia de la inocentada y, ya de paso, sienta cátedra de una santa vez.
Cobardica.
Cerc referència del llibre.
ResponEliminaL´humor negre esta bé però tinguent-ne sentit som del parer que una broma esta bé per riurer tots .Si no és una putada, llavors no téstranyis si sents un fort dolor a l´entrecruix.
Cobarrde jaja.
Prova a llegir això o rellegiraixò.
ResponEliminaGràcies per visites i comentaris!