Qué sensación más familiar. Tener algo en las manos que se va y no saber como recuperarlo. Seamos más mundanos : conseguir hacer una rabona con la PS3, y no saber qué mierda de combinación de teclas te ha permitido hacerlo. Probarlo y probarlo y no hay manera. Por qué me salió y ahora se me escapa. Forzar las cosas: la garantía de que todo saldrá mal.
Si pensó cosas parecidas David Simon o no, es algo que ignoro. Pues parece un tío que lo tiene todo muy calculado, tanto que parece que no, que le da papeles a pequeños traficantes o a músicos de verdad, que los deja delante de la cámara sin otra instrucción que un biyaselfman, que no les obliga entonces a memorizar frases de guión. Y que edita lo mínimo lo que sale, pues es oro puro casi todo.
Pero algo tuvo que reflexionar cuando en ese lapso entre el final de la quinta temporada de The Wire y el primer capítulo de Treme, las fuerzas telúricas (no todas, las más insistentes) decidieron al unísono que era el responsable de una de las mejores series jamás vista. Cosa que debió alegrarle pero también le abrumó. Porque no hay la misma distancia entre las tres partes del Padrino. Porque tan profunda había sido su disección de los entresijos de una ciudad sacudida por la desglobalización y los bajos intereses que de escarbar más ahí solo sacaría migas. David Simon dejó a Baltimore seca.
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Para nuestra desgracia, dudo que en Treme nos encontremos con un nuevo Omar Little. Ahora bien, quién no palidecería al lado de Omar Little.
En Treme,muchos de los personajes están como arrepentidos de obedecer ciertos instintos primarios, ciertas de sus condiciones. Antoine, de usar el trombón en exceso (...), el escritor Creighton Bernette, de volverse loco cuando comprueba que su poder de convocatoria en Youtube ha sepultado, para su privado regocijo, al novelista comprometido con plazos y editores. Annie, de querer la música por encima de todo. Davis, de pensar que es un bohemian bourgeois. El Gran Jefe, de ser un referente entre los suyos. LaDonna, de ser rica a su pesar. No sé si la figura de este arrepentimiento tiene su equivalente en antiguas tragedias griegas o grandes clásicos de la literatura contemporánea. El entusiasmo por The Wire acarreó esas cosas: alguno se puso un pelo filosófico, y escribió ensayos algo pesaditos, bastante cargantes para ser más claro, donde emparentaba la serie con toda serie de cosas muy serias y de referencias muy intrincados. Cuando por aquí somos más prosaicos, por no decir patanes. Treme: relájate y disfruta.
Aparte de decir que vere las series que recomiendas, paso a felicitar a un hincha del Barça por esa victoria tan linda. Asi le digo, linda. Como para ver en la tele y relajarse, luego dormir contento.
ResponEliminaSaludos.
Gracias !! Pues, sí, soy ligeramente del Barça. Ver este fútbol es un placer de la vida.
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