Tuvo que ser así: pienso un día, en función de lo que leo, si es justo desestimar ciertas series por que su primera temporada no te haya llenado como esas míticas que se han convertido, ya hace demasiado, en el patrón oro con que comparar todo. Ya sabéis cuales. Ese mismo día caigo en todas las series que he abandonado en diversos estados de avance, pues eran incapaces de cubrir el vacío. Breakin' Bad, Sons of Anarchy, Game of thrones, Boardwalk empire. El pensamiento se solapa con otro de entre unos cuantos que últimamente son recurrentes: que me cuesta arrancar con un libro. Pues será buena idea hacer acopio de unas cuantas de esas nuevas temporadas y probar, a ver.
Poco puede uno imaginarse los tiros que la casualidad le tiene reservado.
Empiezo con la segunda temporada de Boardwalk empire. Que, como ignoro por sistema las programaciones de las televisiones, ya anda siendo emitida en doblado. Me hago con todos los capítulos emitidos, sean doblados o en VOSE. Costumbre que he tomado, los paso a DVDs que me hacen tanto de soporte de backup como de medio de visionado. . Me gusta la segunda temporada de Boardwalk empire, me encanta el protagonismo creciente del personaje que interpreta Michael Kenneth Williams (cada vez que lo veo me dan más ganas de revisitar a Omar Little en The Wire), me encanta comprobar la efectividad en escena de Steve Buscemi (cada vez que lo vea me dan más ganas de revisitar a Tony Blundetto en The Sopranos). Pero los DVD+R de Primco, esos enormes cilindros que obtienes por unos 10 o 15 euros la centena si regateas de una manera adecuada en los encantes (no preguntes su orígen), acostumbran a veces a fallar. Eso es lo que sucede: el cuarto capítulo falla en el DVD y no tengo paciencia para volver a grabarlo, a las siete y cuarto de la mañana que son. Hay que ir a la despensa y tirar de las reservas. Con motivo de todas las listas de final de año de las publicaciones me he fijado en Homeland. Serie que trata sobre la Norte América post 11-S, sobre la campaña en Bagdad y sobre el terrorismo internacional. Inédita en España. Subtitulada por alguno de esos afanosos tipos que se dedican, a cambio de vaya a saberse qué. También la grabé hace unos días en uno de esos caprichosos discos, para más adelante (ojo: más adelante muchas veces puede ser prácticamente nunca). Sus dos primeros capítulos me dejan boquiabierto. Qué buena sensación. No exactamente la de una serie que pueda tener una continuidad de cinco o seis temporadas, ojo. No creo que eso tuviera mucho sentido, embarcar a guionistas en giros inverosímiles para ajustar incoherencias y establecer vínculos entre personajes que cuadren situaciones, para desgraciarlo todo (mencioné Lost?). Pero dos o tres temporadas de Homeland al nivel extenuante, en lo sugerente de sus tramas, de estos dos primeros capítulos, parece un manjar sumamente apetecible. No puedo ni debo extenderme, no hay que estropear la impresión inicial, ya envidio a quien se enfrente por primera vez a un episodio piloto tan prometedor.
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