divendres, 14 d’octubre del 2011

Y ESAS PALABRAS FINALES

Desde otro blog alguien aclara su ausencia, debida al escaso estímulo que son capaces de producirle nuevos libros, nuevos discos, nuevas películas. Si es que estamos todos igual. Toda la humanidad busca cosas por los cajones, los remueve aunque sea para comprobar que, entre calcetines desparejados, ropa interior que ya hay que tirar, o papeles que no deberían tardar en ordenarse, poca cosa más hay. Algunas monedas, poca cosa, aparte de polvo y clips y objetos que deberían traerte algún recuerdo, pero por más que los miras, es que no.
La inspiración no va a salir del contenido de cuatro cajones desvencijados: lección aprendida. De dónde la sacan los grandes ?. Monzó se pasea, seguro, por algún barrio, se sienta en algún bar de muy mala muerte donde un camarero le servirá justo lo contrario que haya pedido (le servirá un negativo de lo que haya pedido, y se preguntará si eso es o no una señal de que las cosas no están tan mal: gente trabajando sin el mínimo interés por hacerlo bien). Houellebecq puede que se quede ante una pared en blanco, y Cercas espera una señal de un libro desde un estante, que le dará una patada en cualquier momento, si le da por girarse.

La luz se enciende. No es un fogonazo, es un mero amanecer en una bombilla de bajo consumo, una lenta marea de color algo amarillento que engulle sombras.

Un profesor algo anquilosado, que el efecto azaroso del destino le ha puesto por delante a mi hijo, olvida que existe internet y pide a los niños que se compren una Biblia y sepan buscar en ella, que conozcan los libros y los apóstoles, todo ese caos que ordena el antiguo y el nuevo testamento. Que transiten por las hojas y busquen en ellas respuestas a sus dudas. Yo no intervengo, pues aún no veo indicios de delito, claro. Pero estoy alerta. Pues está muy fresco en mi memoria el personaje en La ciudad de los prodigios. La mujer gorda que se la sabe de memoria y, entre funciones y funciones en las que muestra indignamente su cuerpo para ganarse la vida, intenta dársela a conocer a los compañeros del circo. No parece un hábito muy saludable, en todo caso. A pesar de eso, poco estímulo necesita mi curiosidad, y no creo que tarde en hojear (definitivamente aprendí que va con h) tan sagrado libro, a ver qué hay detrás de él que ha convencido a tanta gente, y de una manera tan insana. 
Por casualidad, se me pide ayuda para interpretar, en otro contexto, el episodio de la Torre de Babel. Que confirmo está incluido en el libro del Génesis. Debería importarme mucho reconocer que no sabía acerca de su desarrollo ?. Resulta que el dios descrito interviene para que los que construyen la gran torre, y la ciudad que la rodea, dejen de emplear un lenguaje común, separándose y dispersándose como consecuencia de ello. Confirmo y reconfirmo que ese acto se le atribuye en la biblia al dios en el que pretenden que creamos. Así que deduzco que los que leen la biblia encuentran adecuada la intervención de un dios para, evitando que una humanidad unida y pacífica se acerque a él (finalidad de la torre), disgregarla y hacer que no se entienda y deje de tener una finalidad común, que podría ser hacerle la competencia o cuestionar su autoridad. No haré comentarios.

Bjork : Biophilia es un peñazo, pocos discos pueden resumirse tan fielmente en una palabra. Puedes aderezarlo de lo que quieras, para crear expectación, de software, de monigotes para niños, de performances con huesos de ballena decorando tu cuerpo (obtenidos sin dañar al animal, por supuesto). Puedes pintar a mano los CD's o dar los beneficios a los pobres, usarlo como platos para servirles los manjares que puedas adquirir con sus resultados. Pero eso no impide que allí no haya pop, ni melodías, ni energía primaria, ni otra cosa que una enorme empanada de música sin sentido, que me hace pensar si una versión instrumental no sería una cómoda alternativa a tanta irritación.

Cómo se puede escribir Joga y luego salir con ésto. Pretender que nos guste ese último disco. Te has creído dios ??




Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada

Segueix a @francescbon