Se pone en conocimiento de la ciudadanía que, con fecha 1 de Enero de 2012 se ha procedido a abrir dos cuentas bancarias donde las empresas y particulares que así lo deseen podrán proceder a ingresar tanto los tributos como las cuotas sociales que hasta la fecha venían ingresando en cuentas análogas del estado español. De manera transitoria, se establece que las cantidades sean las mismas, y se confeccionará un documento de subrogación que permita a quienes opten por esta medida estar a salvo de ningún tipo de repercusión. De esta manera, los fondos generados por la actividad económica en Catalunya serán directamente gestionados en Catalunya. Se establece que todos los bienes y derechos del gobierno autonómico al 31.12.2011, cambien su titularidad y sirvan como garantía para los préstamos y créditos que hayan de ser solicitados para el funcionamiento del nuevo estado. Con estos fondos el estado se subrogará de las obligaciones en lo concerniente a pensiones y otras prestaciones.
Las entidades financieras que deseen actuar dentro del nuevo marco legal deberán realizar una aportación a fondo perdido equivalente al 5% de sus recursos propios (capital y reservas) como único cánon inicial para la autorización de sus operaciones, a la vez que cumplir una serie de requisitos en lo concerniente a créditos a empresas y particulares, y límites en el ámbito de cualquier tipo de operación especulativa. Se establece que los resultados de operaciones con este carácter puedan ser sujetas a gravámenes del 100 % o superiores.
Toda empresa que mantenga sus operaciones y establecimientos en Catalunya dispone de un plazo improrrogable de 5 años para constituir una sociedad registrada mercantilmente en el nuevo estado, cuyas condiciones serán las mismas, a las que se añadirán ventajas fiscales para las que creen empleo, mantengan instalaciones, y otras medidas de tipo social que puedan establecerse tanto con el fin de la creación de empleo como con el de la igualdad de oportunidades.
Las entidades religiosas que quieran ser reconocidas como tales deberán declarar sus propiedades y ponerlas a disposición del estado, dada su condición a partir de este momento de sociedades sin ánimo de lucro ni actividad económica.
¿Lo veremos? Creo que todavía no hemos sufrido lo suficiente. El borrego catalán tiene mucho miedo y mucha paciencia.
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