Con todos los respetos, no soporto el tono excesivamente intimista en las cosas, y menos en las que escribes y lee (o podría leer) todo el mundo. Me incomoda, me acaba pareciendo narcisista, que es una gradación de egoísta, es una radicalización de lo peor de egoísta, mejor dicho. Es ese punto en que uno se encierra en la habitación de sí mismo y piensa que a los demás les importa, qué digo les importa, les entusiasma, tu más íntimo sentimiento tu más íntima sensación. Aquí intento huir cada momento de ese tono, aunque justo esta confesión, joder, qué mal suena lo de confesión, ya sea una concesión al intimismo.
Me habré emborrachado unas 300 veces. Quizás más, no pensé la primera vez, que debía ser sobre los 16, en llevar una libreta e irlo anotando, como Inka Martí con sus interesantes sueños. El cálculo es sumamente patillero. Fases en el instituto, en la facultad : fiestas, eventos, celebraciones. Noches de verano, fines de semana, verbenas, fines de año. Cenas de empresa (lo dije, quién las soporta sobrio ??). Alguna comida de empresa. Ah, y el servicio militar: ahí está el núcleo importante, pues pasé seis meses, quizás siete, sin apenas momentos sobrio. Todo era una borrachera y una resaca constante, continua, con brevísimos, diría que involuntarios por los que pido perdón, momentos de lucidez. Y Huesca y los disco-bares de Huesca y la música, de la que recuerdo bien poca cosa : Like a virgin de Madonna y Solid de Ashford & Simpson. Cuento eso como los cerca de 200 días que debieron ser, o como una única melopea descomunal ?. Soy un alcohólico ? En absoluto. Puedo acumular semanas sin beberme una cerveza, apenas bebo vino, y los licores caducan en un mueble bar que, cuando me lo miro, pienso en qué coño hace ahí, estorbar es lo que hace, y actuar de receptáculo del contenido de uno tras otro tristes lotes de Navidad de empresas que siempre hacen un esfuerzo. Es un bar sin clientes que ocupa como la tercera parte de un metro cuadrado. Al precio del suelo en Barcelona, unos 2000 euros de superficie triste y desaprovechada.
La única víctima de mis borracheras fuí yo mismo. Esas neuronas que dicen que se mueren. Pobres bueyecitos atrasados de la manada de neuronas que van más veloces y decididas. Bueno, pudo haber daños colaterales: los amigos, alguna novia, alguna no novia, que soportaron mi locuacidad e hilaridad y escaso sentido del ridículo en tales condiciones. Porque siempre he sido (o yo o mi alter ego el que surje apenas me bebo una segunda cerveza) un buen borracho: jamás me ha dado por llorar ni por lamentarme ni por ponerme de mal rollo. Algo que me enorgullece. Otra cosa que no he hecho ha sido conducir en tal estado. No me saqué el carnet hasta despues de la mili, cosa que quita las sospechas sobre gran parte de mis borracheras.
Así que desde entonces las turcas han ido correspondiéndose tanto con ocasiones señaladas como con actos de responsabilidad por mi parte. Bebido, pero honrado.
Lo que no imaginaba, ebrio o sobrio, era que si me hubiese dado por saltarme ese pequeño matiz y, por avatares del destino, hubiese cometido algún delito bajo los efectos del alcohol, ergo, atropellar mortalmente a cualquier inocente transeúnte, me hubiese sido de gran ayuda, de una ayuda casi exculpatoria , el haber aludido pertenencia o relación con alguno de los siguientes lobbies de este país: toreo o folklore. Si andas metido en eso, puedes hacer lo que se te antoje. La presión popular puede que te agobie, pero siempre obtendrás comprensión general y, en último término, serás declarado un personaje de algo así como interés público, cosa que te garantizará benevolencia, y en cualquier paso, que el peso de la ley sea ostensiblemente más liviano. Cuando alguien lea mis devaneos políticos y se pregunte uno de los motivos por los que me incomoda la nacionalidad que figura en mi DNI, que piense en eso.
O alternativamente, y me temo que no voy a equivocarme, puede pensar también por qué, en breve, nos gobernará, de forma implacable, el PP, a pesar de asuntos como el de hoy, Camps, ya sabemos.
Me habré emborrachado unas 300 veces. Quizás más, no pensé la primera vez, que debía ser sobre los 16, en llevar una libreta e irlo anotando, como Inka Martí con sus interesantes sueños. El cálculo es sumamente patillero. Fases en el instituto, en la facultad : fiestas, eventos, celebraciones. Noches de verano, fines de semana, verbenas, fines de año. Cenas de empresa (lo dije, quién las soporta sobrio ??). Alguna comida de empresa. Ah, y el servicio militar: ahí está el núcleo importante, pues pasé seis meses, quizás siete, sin apenas momentos sobrio. Todo era una borrachera y una resaca constante, continua, con brevísimos, diría que involuntarios por los que pido perdón, momentos de lucidez. Y Huesca y los disco-bares de Huesca y la música, de la que recuerdo bien poca cosa : Like a virgin de Madonna y Solid de Ashford & Simpson. Cuento eso como los cerca de 200 días que debieron ser, o como una única melopea descomunal ?. Soy un alcohólico ? En absoluto. Puedo acumular semanas sin beberme una cerveza, apenas bebo vino, y los licores caducan en un mueble bar que, cuando me lo miro, pienso en qué coño hace ahí, estorbar es lo que hace, y actuar de receptáculo del contenido de uno tras otro tristes lotes de Navidad de empresas que siempre hacen un esfuerzo. Es un bar sin clientes que ocupa como la tercera parte de un metro cuadrado. Al precio del suelo en Barcelona, unos 2000 euros de superficie triste y desaprovechada.
La única víctima de mis borracheras fuí yo mismo. Esas neuronas que dicen que se mueren. Pobres bueyecitos atrasados de la manada de neuronas que van más veloces y decididas. Bueno, pudo haber daños colaterales: los amigos, alguna novia, alguna no novia, que soportaron mi locuacidad e hilaridad y escaso sentido del ridículo en tales condiciones. Porque siempre he sido (o yo o mi alter ego el que surje apenas me bebo una segunda cerveza) un buen borracho: jamás me ha dado por llorar ni por lamentarme ni por ponerme de mal rollo. Algo que me enorgullece. Otra cosa que no he hecho ha sido conducir en tal estado. No me saqué el carnet hasta despues de la mili, cosa que quita las sospechas sobre gran parte de mis borracheras.
Así que desde entonces las turcas han ido correspondiéndose tanto con ocasiones señaladas como con actos de responsabilidad por mi parte. Bebido, pero honrado.
Lo que no imaginaba, ebrio o sobrio, era que si me hubiese dado por saltarme ese pequeño matiz y, por avatares del destino, hubiese cometido algún delito bajo los efectos del alcohol, ergo, atropellar mortalmente a cualquier inocente transeúnte, me hubiese sido de gran ayuda, de una ayuda casi exculpatoria , el haber aludido pertenencia o relación con alguno de los siguientes lobbies de este país: toreo o folklore. Si andas metido en eso, puedes hacer lo que se te antoje. La presión popular puede que te agobie, pero siempre obtendrás comprensión general y, en último término, serás declarado un personaje de algo así como interés público, cosa que te garantizará benevolencia, y en cualquier paso, que el peso de la ley sea ostensiblemente más liviano. Cuando alguien lea mis devaneos políticos y se pregunte uno de los motivos por los que me incomoda la nacionalidad que figura en mi DNI, que piense en eso.
O alternativamente, y me temo que no voy a equivocarme, puede pensar también por qué, en breve, nos gobernará, de forma implacable, el PP, a pesar de asuntos como el de hoy, Camps, ya sabemos.
he aquí después de tanto tiempo.. no creas que desapareci asi sin mas, aunque lo creas ! solamente alguna que otra mala racha pero parece que va mitigando. Como puede que se acerque una tormenta de rocas en tu vida, lee atentamente el titulo de la cancion y escucha.Animos! Besos de una Mdmelle con ganas de vacaciones.
ResponEliminahttp://www.youtube.com/watch?v=PVS2vl4jMTs