No, 6Q, no tienes un día facha. Quizás tengas un día osado, y facha y osado no son para nada sinónimos. Osado significa, aunque esté de más menospreciar a los lectores, ser valiente de reconocer que algunas ideas que uno tiene, en circunstancias determinadas, y siempre muy subjetivamente, resultan un pelo reaccionarias. Y la palabra reaccionario está clarísimo que viene de reacción, y uno no puede ser de piedra. Hay una acción antes de una reacción. El hecho es que nuestro maravilloso mundo le resulta atractivo a muchos que consideramos extraños. Y que a mayor número de esos extraños hay dos factores que progresan geométricamente : su creciente capacidad de influír en la sociedad en la que se integran ( crean comunidades, lugares de culto, defienden sus intereses ), por lo tanto dejando de ser ellos los influídos y, por otra parte, la posibilidad puramente matemática de que dentro de esos colectivos, en principio claramente desfavorecidos ( lo cual causa, muy lógicamente, la empatía de progres de pacotilla y demás ecoyuppies ) de que dentro de esas comunidades numerosas empiecen a proliferar manzanas podridas y gérmenes de males no deseados, ni bienvenidos - delincuencia, tradiciones dudosamente sanas, integrismo.
Así que sí, quien no quiera adaptarse ya ni el primer día, a otro lado. Y aquí ya me juego las hostias, puesto que en toda esa zona la democracia populista o lo que sea va a proliferar, pueden perfectamente quedarse ahí, pues la coartada política va a empezar a no colar. Lo jodido es que un estómago vacío no entiende de ideas, ni se nutre con ellas.
Y como esto era una coletilla al extenso comentario de 6Q...
Aclarar que uno, desde la coexistencia de blogs, anda como desbordado, a veces uso frases en comentarios y no recuerdo si las he puesto en un post. Los mismos comentarios de 6Q muchas veces los recuerdo como sus posts. En fín, la familia crece. Para nada del Opus, ya sabéis ( y 6Q, pecas de ingenuo si piensas en un mundo de estados democráticos aconfesionales, de muy ingenuo ), pero bonito ver los niños crecer.
Matt Johnson es un tipo bastante zumbado y con cierto aire de malditismo que en los primeros 80 empezó a grabar con el críptico nombre de The The. Colaboró con estrafalarios personales del post-punk y el pre-tecno y grabó unos cuantos discos de escasa trascendencia comercial, pero abrazados por la crítica. Una estética feísta y un cargado mensaje político rodeaban sus discos, sus clips. Hizo un disco de versiones de Hank Williams. Contrató de guitarrista a Johnny Marr de los Smiths. No sé por donde anda y, en la onda de los últimos tiempos, cualquier dia me encuentro su necrológica en el RDL. Espero que no, pero vamos, estamos en racha.
A mediados de los 80, con los ayatollah y Hezbollah ya dando mucho por el saco, intercalaba alusiones políticas a estos individuos, y algunos otros, en buenos temas pop, medios tempos con secciones de cuerda y una elegancia sonora poco propias de su extremismo intelectual y visual. Este es un buen ejemplo, quizás con la ingenuidad propia de esa época, y ya sabéis que los 80 no son mi década ( y debo confesar ya que no tengo una década favorita, o puede que os guste más, elegid vosotros, que diga que todas lo son ), pero esa figura del artista pop levemente retorcido, con un poso intelectual ( algunos se cambian los apellidos por los de poetas franceses malditos ), siempre me acaba atrayendo.
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