6Q : he de parafrasear a Bolaño, que total, ya no va a denunciarme :
"A veces eso es un amigo : la silueta de un dinosaurio que atraviesa un pantano y a la que no podemos asir ni llamar ni advertirle nada. Son raros los amigos : desaparecen. Son muy raros : a veces, al cabo de muchos años, vuelven a aparecer, y aunque la mayoría ya no tiene nada que decir, algunos sí que tienen algo que decir y lo dicen".
Tenía que ponerte ésto, que seguro que te ha puesto un poco tierno, antes de darte el disgusto : como le pasa a Mademoiselle, no acabo de sintonizar con los musicales ( así que imagínate si se trata de un musical añejo ). Particularmente me irritan ( nueva palabra que, como perpetrar, tenía pensado colar al primer pretexto ) esos puntos en que la acción convencional se interrumpe para dar paso a la cancioncilla de turno. Porque siempre me parece que el canta hace el panoli ( si además se pone a bailar dando saltos inverosímiles dentro de una habitación, eso puede superarme ) , y eso no hay quien me lo quite, ha arraigado en lo más hondo de mi personalidad, tan hondo como empezar siempre a afeitarse por el mismo lado, tan hondo como el vistazo final a la habitación del hotel que abandonas y que sabes que va a ser muy difícil que regreses justo allí. No ví Chicago, debería pero tiene muchas delante - ahora estoy viendo El caballero oscuro y está bastante interesante. Ví hace muchos años Cotton Club, qué quieres que te diga, ví Cabaret, esa sí me gustó, pasados unos años tiré el dinero viendo una versión cantada por Nina en el Novedades ( ejemplo claro de que el más pintado tiene turbios detalles que emborronan su pasado ). Pero por lo general, como buen individuo binario, si quiero ver cine pongo una película, si quiero oír música pongo un disco. Mezclar placeres tiene sus cosas.
Pero no hablemos de lo que nos separa, vayamos a lo que nos une.
NY es una ciudad famosa por varias cosas
a ) una buena amiga, que se comporta mucho como tal, me trajo una camiseta para mi hija,
b ) sus musicales.
Allá por los primeros 70 era un hervidero de corrientes culturales, contraculturales, pseudoculturales, etc. The Velvet Underground editaron su disco del plátano. Se desperdigaron. Quien más aprovechó su posterior carrera en solitario fue Lou Reed. Mi primera toma de contacto con Lou Reed fue a través de la versión en directo de Sweet Jane, bastante eléctrica, luego me enteré que cantaba una canción que se llamaba Heroin. Me infundió un cierto respeto, parecía, con sus sempiternas gafas de sol, un tipo duro. Luego leí leyendas varias, como la de que los ojos bicolor de David Bowie son por su culpa, pues le sacudió un puñetazo, otras de las que no me acuerdo pero nunca me ha molestado en comprobar. Ahora es un tío normal, casado con Laurie Anderson, que si yo tuviera más mala leche diría que parece un equivalente nuyorker de Agatha Ruiz de la Prada, pero no lo diré (...). No lo miréis de lado, son puntos suspensivos. Publicó una broma pesada hacia la industria musical : Metal Machine Music, disco sin fín, lleno de ruido blanco sin ningún sentido. Pero no os voy a torturar con eso. La ilustración que encabeza este post es la contraportada de Transformer ,obra magna de Lou Reed. Justo antes de escribir este post, os lo juro, he caído en la cuenta que igual no hay que traducirlo por transformador sino por transformista. Si no, dejando al lado al caballero con pinta de macarra y ostentosísima erección, no dudáis un poco de la identidad sexual de la dama de al lado. Lejos de delirios eléctricos o industriales, Transformer podría definirse como un disco prácticamente de música de cabaret. Suena el piano, suena el saxo, suena el clarinete. Cuando suena una guitarra ( por cierto la de Mick Ronson ), suena breve, contenida. La producción, de David Bowie, exacta, rica sin exceso. Y varias de sus canciones son clásicos absolutos, algunas (Walk on the wild side) tan oídas que parecen estereotipos. Pero bucear en esa música, en esos hipnóticos himnos dedicados a personajes poco recomendables, es una experiencia que no puedo dejar de recomendaros.
El satélite del amor : y Mademoiselle, sepa que los bom-bom-bom en los coros son de David Bowie, que hasta en las voces ayudó el hombre
El caballero oscuro está muy bien. Creo que la mejor de todas.
ResponEliminaMe sorprendió Kick ass. Años luz de los referentes que vas viendo a lo largo de la peli, pero aun asi no te aburres.
Bona nit