Si pensáis que los Pet Shop Boys eran un par de gays tocando canciones pegadizas para tener a cuatro bailarines cachas moviéndose a su lado en los conciertos, estáis muy equivocados. Behaviour es una obra clave en la historia de la música electrónica porque la hizo salir del estricto ámbito del club y la metió en la intimidad del dormitorio. En 1990 una inoportuna hepatitis benigna me tuvo casi tres meses en casa ( eso con 26 años es mucho tiempo ), y recuerdo que Behaviour me acompañaba en esas largas tardes laborables de invierno, cuando todo el mundo andaba metido en sus cosas y yo estaba en casa, sin comprender mucho por qué narices tenía que hacer reposo. Recuerdo mucho la segunda cara de ese disco, que empezaba con My October Symphony, canción que hablaba de cómo se sentía toda la gente de la Europa del Este al ver desmoronarse a su alrededor el mundo cerrado al que sus políticos les habían condenado ( y sí, recomiendo poderosamente ver La vida de los otros ). Despues iba So hard, y a continuación estas dos canciones, enlazadas ( Nervously y The end of the world ). Nervously siempre me pareció tener una letra con la que me identificaba.
Me resulta curioso cómo acabo esta semana, pues los últimos días he hablado de cajeras del Caprabo, de cuadros que protestan pacíficamente, de gilipollas que protestan estúpidamente, de camisetas, y de Quim Monzó. He visto que van a representar una obra de teatro basada en cuentos de Quim Monzó. El anuncio que veo en los autobuses parado en los semáforos explica que es "Humor irónic, surrealista i sarcàstic" y muestra a cuatro actores con una sonrisa bastante bobalicona, entre los que se encuentra Beth Rodergas. Beth : sí, eres mona, sí, muy enrrollaete lo de llevar rastas, limpitas eso sí, pero veamos : Saliste en Operación Triunfo !!. Tengamos una cosita muy clara aquí que no me gusta repetir lo que es obvio; cualquier cosa que huela a OT, ya no me quedo en concursantes, sino jurados, presentadores ( pero se ha visto alguien con menos talento que Nina ??) productores, técnicos lo que sea, es roja directa. Es muerte, no la real, sino la indiferencia, la que duele. La muerte no duele, el suicidio no duele.OT hizo, hace, pues me temo que no se acabe, daño, un daño profundo e irreversible a la música. La banaliza, la convierte en algo que se empaqueta, se envuelve, y se coloca al incauto que pague.
Volviendo a la obra de teatro, que van a llamar L'Illa dels Monzons : no, no y no. Te admiro, Quim, seguro que, después de Bolaño, cualquier destripador de estilos te debe haber visto detrás de mis palabras aquí un montón de veces. Pero tus cuentos, y tus novelas, y tus artículos, están bién así. Y dejarte poner esa frase "Humor irónic, surrealista i sarcàstic", la he de repetir pues me es inconcebible tanta torpeza... qué quieren ? que quien no entienda o no le vea la gracia se diga a sí mismo ( como un Sheldon Cooper cualquiera... ) es que lo mío no es el sarcasmo, y no entiendo nada, pero ésto es bueno !!. Aún así, Quim, que son muchos años, esta semana le has llamado espléndida a The Wire, y seguro que piensas gastarte mucha de la pasta que eso pueda darte en bourbon, o en buenos entrecottes, o en libros, o en porno. Mi respeto por tí sigue intacto.
También me he dado cuenta de la serie de post sin música y de repente, cuelgo varias canciones en cada uno, algunas añejas, y con un sorprendente apego por las melodías. Volverán los bajos, volverá el TB303, pero todavía, teñida de extraña añoranza ( tres palabras seguidas con ñ, vaya, estaré ensayando de nuevo recursos retóricos, como la aliteración ??), me apetece visitar música dulce, romántica, cálida. A principios de los 90, con el objeto de recaudar dinero para la lucha contra el Sida, se inauguró la serie de discos Red Hot and... el disco doble inicial era un festival de versiones ( ayer hablé de lo que me gustaban las versiones ), donde un montón de artistas entonces muy en boga ( y un abanico que lleve de U2 a los Erasure es un abanico muy amplio ) se apoderaban de temas del compositor americano Cole Porter.
Les Negresses Vertes, combo francés multirracial con influencias del jazz manouche y otras mil quinientas cosas versioneaban, cómo no, I love Paris. Y, como el señor del clip, yo entonces tenía una Vespa y corría contento por la ciudad, aún, sin casco.
Siento no haber encontrado un vídeo con mejor calidad, por eso.
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