La definición de arte que cada uno tenga ya se la sabrá : la definición de entretenimiento tendría algún punto en común. Puede que algunos veamos arte en, por ejemplo, ciertos partidos de fútbol : el de hace cosa de un mes, por ejemplo. Puede que la palabra arte ya le suene apolillada a alguno y que otro lo que tenga muy claro es lo que NO es arte. El motivo por el cual no fui capaz de aguantar diez minutos más de Brick ni media hora inicial de Canino será el mismo, seguramente, que me hace celebrar que haya devorado, de una sentada y sin indicio alguno de sueño, las casi dos horas y media de Un profeta : a pesar de la profusión de extractos no subtitulados hablados en árabe o en dialecto corso. Ahí sí acepto a los críticos : estamos ante una especie de Godfather de la era moderna. Y es una película francesa, rabiosamente francesa. Y puede que atisbemos influencias de cierto cine, pues no hay tantos dramas carcelarios para no relacionar unos con otros. Pero éste deja huella a un nivel que otros no : incluso esa parábola de como el dominio de la mafia corsa cede el terreno a los integristas : puede interpretarse en términos de parábola de la Francia, o de la Europa de hoy.
Sí, claro, a 31 de diciembre, rozando el larguero, descubro que ésta es mi película del año. También descubro que empiezo a llevar demasiados días sin comentarios, lo que tiene cierta lógica por las fechas, gente fuera ( física y espiritualmente) y reconozco que estoy resultando un pelo demasiado "ésta es mi crónica". Sacrificando el clasicismo tan dado en ciertos momentos por esa costumbre de la degustación seguida de la pronunciación. Luego que mi incontinencia verbal ( escrita, vamos ) no veo forma de controlarla. A base de comprender ciertas fases de indiferencia que mi trabajo aquí genera, estoy volviéndome cada día más vehemente en mi técnica : escribo lo que sale, y me desbordo y lo lleno todo de paréntesis y subordinadas ( alguien podría preferior las inmensas notas a pie de página como David Foster Wallace ?? ). Y las frases son largas, y los posts son erráticos y caprichosos y completamente incoherentes. Temas absurdos son estirados como chicles mientras las verdades del Cosmos son zanjadas meramente con un par de palabras.
Así que a finales del año me hago este propósito absurdo con tal de ganar ( no perder ?? recuperar ?? ) público, que es volver a ese constante volcado de influencias, ese zigzagueo errático salpimentado de referencias políticas o no tanto. Que puede sonar pretencioso, ya lo sé, pero se trata de escapar, de evitar por los medios posibles caer en ese Mundo Ikea que sueñan las grandes multinacionales. Ese mundo uniformado donde, a base de ver todos los mismos canales, leer los mismos libros, oír la misma música que acabamos almacenando todos en las mismas estanterías, todos acabamos pensando casi igual y comportándonos ( sobre todo en nuestros hábitos de compra, lo otro no interesa ) de maneras muy parecidas, y por tanto, predecibles. Ese enorme archivador global dónde en base a tu status social, a tus ingresos, a tu situación familiar, a qué y dónde estudiaste, formas parte de un nicho de mercado al que puedes venderle cosas a la medida. Esa especie de plan maestro donde si llevas un BMW y usas traje debes jugar al golf y oir a Julio Iglesias. Esa estupidez de negar al individuo y etiquetarlo todo. Ese perverso juego de poder prever tu próximo paso en función de los inmediatamente anteriores.
Está claro que en mi caso muchos podriáis decir que hoy surge la vena ácrata, justo al día siguiente de que nuestro desorientado gobierno ( y no lo digo por reir las gracias al PP, que ya sabéis que no voy por ahí ) aborde la reestructuración del sistema de pensiones, cosa que va a motivar, para algunos de los aquí presentes, alterar ciertos planes a largo. O sea : con lo que pagas no hay bastante para lo que teníamos pensado, paga más o cobra menos. Vale. Y, por ejemplo, que las indemnizaciones por despido no sean deducibles por las empresas del impuesto de sociedades ??. O que las empresas que creen puestos de trabajo tengan tratamiento fiscal privilegiado ??. No es ésa una manera de generar fondos públicos también ??.
Carnivàle : enorme atractivo el de esa mezcla de oeste profundo, esoterismo y sexo sucio. Díficil serie, por eso, y así le fue : dos temporadas y a la puta rue. Mundo injusto, mundo no maravilloso.
Y ahora sí, 2010 el año del blog ( y de alguna otra cosa ) para mí, se morirá en mis brazos ( y en los de mucha gente ) esta noche. Será una dulce muerte a la que seguirá un parto. 2011 : no la caguemos tanto este año, por favor.
Sí, claro, a 31 de diciembre, rozando el larguero, descubro que ésta es mi película del año. También descubro que empiezo a llevar demasiados días sin comentarios, lo que tiene cierta lógica por las fechas, gente fuera ( física y espiritualmente) y reconozco que estoy resultando un pelo demasiado "ésta es mi crónica". Sacrificando el clasicismo tan dado en ciertos momentos por esa costumbre de la degustación seguida de la pronunciación. Luego que mi incontinencia verbal ( escrita, vamos ) no veo forma de controlarla. A base de comprender ciertas fases de indiferencia que mi trabajo aquí genera, estoy volviéndome cada día más vehemente en mi técnica : escribo lo que sale, y me desbordo y lo lleno todo de paréntesis y subordinadas ( alguien podría preferior las inmensas notas a pie de página como David Foster Wallace ?? ). Y las frases son largas, y los posts son erráticos y caprichosos y completamente incoherentes. Temas absurdos son estirados como chicles mientras las verdades del Cosmos son zanjadas meramente con un par de palabras.
Así que a finales del año me hago este propósito absurdo con tal de ganar ( no perder ?? recuperar ?? ) público, que es volver a ese constante volcado de influencias, ese zigzagueo errático salpimentado de referencias políticas o no tanto. Que puede sonar pretencioso, ya lo sé, pero se trata de escapar, de evitar por los medios posibles caer en ese Mundo Ikea que sueñan las grandes multinacionales. Ese mundo uniformado donde, a base de ver todos los mismos canales, leer los mismos libros, oír la misma música que acabamos almacenando todos en las mismas estanterías, todos acabamos pensando casi igual y comportándonos ( sobre todo en nuestros hábitos de compra, lo otro no interesa ) de maneras muy parecidas, y por tanto, predecibles. Ese enorme archivador global dónde en base a tu status social, a tus ingresos, a tu situación familiar, a qué y dónde estudiaste, formas parte de un nicho de mercado al que puedes venderle cosas a la medida. Esa especie de plan maestro donde si llevas un BMW y usas traje debes jugar al golf y oir a Julio Iglesias. Esa estupidez de negar al individuo y etiquetarlo todo. Ese perverso juego de poder prever tu próximo paso en función de los inmediatamente anteriores.
Está claro que en mi caso muchos podriáis decir que hoy surge la vena ácrata, justo al día siguiente de que nuestro desorientado gobierno ( y no lo digo por reir las gracias al PP, que ya sabéis que no voy por ahí ) aborde la reestructuración del sistema de pensiones, cosa que va a motivar, para algunos de los aquí presentes, alterar ciertos planes a largo. O sea : con lo que pagas no hay bastante para lo que teníamos pensado, paga más o cobra menos. Vale. Y, por ejemplo, que las indemnizaciones por despido no sean deducibles por las empresas del impuesto de sociedades ??. O que las empresas que creen puestos de trabajo tengan tratamiento fiscal privilegiado ??. No es ésa una manera de generar fondos públicos también ??.
Carnivàle : enorme atractivo el de esa mezcla de oeste profundo, esoterismo y sexo sucio. Díficil serie, por eso, y así le fue : dos temporadas y a la puta rue. Mundo injusto, mundo no maravilloso.
Y ahora sí, 2010 el año del blog ( y de alguna otra cosa ) para mí, se morirá en mis brazos ( y en los de mucha gente ) esta noche. Será una dulce muerte a la que seguirá un parto. 2011 : no la caguemos tanto este año, por favor.