Sé que no estoy siendo un buen amigo.
Pero, a veces, uno no está en condiciones para asumir la normalidad. Si, he dicho la normalidad. Pues de repente, como el que cae de bruces y se parte un par de dientes, uno cree que todo deja de ser como hasta entonces era y ya no vuelve a serlo nunca más. Sí, como toda esa gente que está presente en momentos cumbre de la historia. Así me siento, y no sabría definir cual fue el momento justo, si lo hubo, o sucedió algo de lo que fui inconsciente. Como el que se mete en un cine un día soleado y cuando sale ve que se ha puesto a llover.
Sé que me sorprendió que, a pesar de la oscuridad que reinaba en el bar, el comisario (bueno, él me dijo que prefería que no le llamara comisario allí, y cuando le pregunté cómo llamarle, tras pensarlo un rato, él me dijo: de momento, llámeme Usted, sin más) tenía algo raro en la mirada. Como cuando uno se levanta en la noche y enciende la luz: ceño fruncido y ojos entreabiertos, me recordaba a aquel actor que hacía de Colombo en la serie de los 70 o los 80, Peter Falk se llamaba.
Entonces uno se quedaba esperando que acabara de abrir los ojos, que abandonase la mueca y mostrara una expresión algo más relajada, que dejase de parecer que cada cosa que le decía le extrañaba y la ponía en duda. Pero eso, por lo que vi, era esperar en vano. Su cara era así, yo recordé aquello que se dice sobre que a partir de una edad uno tenía la cara que se merecía. La del comisario , pues, era una cara cruel, pero amargada, una cara que parecía sostenerse de dos cuerdas de distinta longitud, y que nunca llegaba a mostrarse del todo de frente, y yo sobre eso había oído toda clase de teorías. Hasta tenía un amigo, un amigo al que no me costó recordar empuñando en cierta ocasión una pistola, cuyo insulto favorito era "caragirada". Con eso de insulto favorito quiero decir: esa palabra que crees que define perfectamente el defecto que menos toleras en una persona. El insulto que más hiere. Pues el comisario siempre ponía esa cara: nunca le veías de frente, era como si continuamente eligiese girarse para poderte mirar un poco de reojo. O a lo mejor, por presunción, para mostrar su mejor perfil. No, esto último seguro que no.
La verdad es que me acabé acostumbrando. Me fue de perlas lo de tener un conocido estrábico: te fijas en un ojo y sigues ése. Concentras tu mirada en ese y funciona. Es un truco que va bien.
Retiré hacia la izquierda el vaso de cerveza que me había servido. No pude evitar que uno de los dos papeles que puse en el sitio se mojara un poco con el cerco que había dejado el vaso. Casual, o no, la humedad fue a generar una especie de aura redondeada en torno a la palabra Jesús. Cómo no me iba a fijar en una cosa así.
Me apunto eso de como mirar a un estrábico...;)
ResponEliminaBesos.
Y de regalo el de mirar el entrecejo de la gente en vez de mirar a los ojos. Je.
EliminaIncreible casualidad de la vida. Mientras estoy leyendo tu entrada (19:13h) me llama un cliente interesado en una de la máquinas que vendo. Es el único cliente estrábico que tengo (y tengo muchos). Pero la fórmula que propones no me funciona con él. Lo cual me obliga a "estudiar" sobre el estrabismo con el google y encuentro el porqué. Mi cliente tiene estrabismo alternante, lo cual le permite fijar objetos indistintamente con un ojo o con otro, y eres tú el que ha de estar pendiente de con qué ojo te mira, que va variando cada pocos segundos. Pues eso. No te acostarás sin saber algo nuevo.
ResponEliminaArtur Mas ha dicho la suya. Prepárate para mañana en los periódicos y las radios. Ladran, luego cabalgamos....
6Q
Lee a Freud: no existen las casualidades, para nada. Las radios y los periódicos de los madriles tienen preparada profusión de tinta roja y amarilla para mañana. Menos mal que ya no estamos para coger un fusil, amigo.
EliminaNosotros tuvimos un presidente estrábico, no sé si eso se puede apuntar para encontrar una coincidencia! Qué bueno que Jesús siga entre nosotros.
ResponEliminaAhora me he acordado del estrabismo de K. Creo que Wittgenstein también era estrábico, pero eso sólo acentuaría su cara de loco. Igual no. Uy, que lío: estoy algo aturdido hoy.
EliminaY Sartre, claro.
EliminaPor lo que veo Wittgenstein sólo lo era muy levemente...hay un director de cine llamado Fernando Trueba que lo es de una manera muy patente... sin olvidar a Marty Feldman, claro, eso ya es grotesco y exagerado adrede...
EliminaSí, he visto a Trueba entrevistando al Pep...
EliminaRecomiendo su documental Calle 54, con lo mejor del jazz latino de hace 12 años.
Vaya, ya salió Pep por aquí!!
EliminaEsto es lo fascinante de este blog. Los comentarios.
EliminaLos posts de Francesc, claro. Pero los comentarios. El modo en que derivan y derivan, hasta terminar hablando de cualquier otra cosa. Y todo sin incurrir en irrespeto al dueño de casa. Que podría increpar a los comentaristas, reclamándoles se circunscriban al tema por él propuesto, pero no lo hace.
Jesús. El estrabismo. Trueba. Pep.
Vaya, ya salió Pep por aquí!!
Entonces fui (vine)a poner una sola palabra: omnipresente.
Me asaltó la duda: ¿está bien utilizada la palabra?
Y consulté con el Diccionario de la Real Academia. Española, claro.
1. adj. Que está presente a la vez en todas partes, atributo solo de Dios.
El diccionario es, además, un tratado de Teología.
Uf.
Pep tenía que salir por aquí pues ya llevaba tiempo: nada escrito del Barça en meses. Y la política colándose por todos lados como si fuese el mar irrumpiendo por vías de agua. Y sí: lo fascinante son los comentarios, que son como la gente que te saluda mientras vas por el camino, con la que te paras a hablar y que te desvías por saludar. Los comentarios hacen que sea como la señora que va por un rato al mercado y vuelve a casa tras cinco horas y con la cesta medio vacía porque se entretuvo hablando. Improvisa la comida con lo que compró, pero está contenta.
EliminaVaya tela.
Puas así, hablando de todo un poco, vieron que cuando Sheldon Cooper se ríe es igual a Zapatero? Creo que mi asociación fue Kirchner-presidente-Zapatero. Simple después de todo.
ResponEliminaPor cierto, el mejor estrábico es Feldman. Y siguiendo con mi hilo de pensamiento: viste Cara de queso? (Hay un personaje que se apellida Felman). Si no la viste, no esperes más? Creo que no hace falta ser argentino para morir de risa con esa película.
Ja, pobre Zapatero: mejor parecerse a Sheldon que ese Rajoy que no se parece ni a un besugo puesto en una pescadería. Qué muermo de tío Dios. Sí: Feldman es estrábico incluso antes de inventarse el 3D. En 3D ese hombre adquiriría dimensiones sobrehumanas. No sé cual es Cara de queso... debo verla? entre música Twitter y blog y libros hace semanas que no veo nada. (y lo ultimo que vi fue Breaking Bad: ahí es nada mejorar eso).
EliminaNasnoches !!
Mirala, sí!!
EliminaRajoy no se parece, es un besugo.
Perder de vista a Rajoy es de por sí solo un poderoso motivo para desear la independencia de Catalunya, ya que estamos.
EliminaBuscaré esa película, a ver qué tal.