Debe pasarnos a los que usamos Google Chrome: las búsquedas van cuadrando con tus preferencias, de una manera tan sibilina que es aplastante, de una manera tan sutil que es definitiva. Mi costumbre de buscar una imagen de las portadas de los libros que leo y pretendo comentar, me lleva a una página web, www.deborahlibros.com, cuya autora parece llevar una cruzada similar a la mía (a la mía hace unas semanas, puntualizo) en lo que se refiere a deglución de narrativa. De ahí, extraigo la portada del libro.
Pero empecemos por lo convencional.
Llego a Heinrich Böll por recomendación de otro blogger, Tuli en johnself.blogspot.com (capaz de hacer florecer magníficos posts prácticamente del espíritu de una canción : capaz de anticipar meses los más magnos acontecimientos - mírate la crítica de discos en Cultura/s de hoy mismo). Recomienda Billar a las nueve y media, pero conseguir justo ése no es tan sencillo. En la biblioteca disponen de éste otro : El honor perdido de Katharina Blum: apenas 150 páginas, que me van de perlas para mis insanos propósitos pretéritos , aquellos de un libro por día.
Me entero de que Böll fue Premio Nobel de Literatura allá por los 70. Que El honor perdido de Katharina Blum fue considerado y aplaudido como una velada crítica al amarillismo de la prensa, a la intromisión periodística a cualquier precio, en pos de buenas noticias que no sean estropeadas por la realidad. Pero muchas más segundas lecturas de toda índole fueron dadas al libro. Que si el terrorismo, que si el telón de acero. Recuerdo vagamente sobre Alemania en 1974. Olimpiadas en Munich, el atentado contra la representación de Israel. El muro, la Baader Meinhof y, aún reciente, el pasado alemán, como un lastre casi imposible de ser soltado. No sé el motivo por el que todo eso está presente en esta novela disfrazada de fría (con pequeños lapsos de calidez empática) crónica periodística, casi de informe pericial. Katharina Blum es víctima de circunstancias que admiten diversas interpretaciones. El PERIODICO ( medio alemán insistentemente mencionado en mayúsculas a lo largo de toda la narración), elige todas aquellas que más la convierten en un ser abyecto, de moral reprobable y carácter pérfido. Sin presunción de inocencia, sin mostrar más que lo conveniente y ajustado a un perfil duro y siniestro. Esa deflagración de su persona la empuja al acto más inesperado. Algo confuso en su desarrollo (aunque he de decir que siempre se me han resistido los nombres alemanes), asocio el libro a la época descrita, a ese tono gris generalizado del momento, a esa lectura levemente inquietante.
Sigamos con lo casual, o no tan casual.
En la web de deborahlibros vuelvo a encontrarme con la revista Orsai, que la autora reseña, entusiasta, al lado de decenas de libros, en algunos de los cuales (Murakami, Nothomb, McEwan) observo coincidencias de gustos que me resultan gratificantes.
Ya son muchos los ríos que confluyen o afluyen de Orsai, ríos que dejan a su paso experiencias curiosas y excitantes, aunque sean desde la pantalla de un ordenador a miles de kilómetros. Odio la imagen, tan cursi y usada, pero será mejor que hablar de amigos que hallas a tu paso por el camino de la vida.
Germán, en escribegerman.blogspot.com, escribe curiosas historias argentinas desde Barcelona, sin abusar del lunfardo. Historias levemente acanalladas, como si fuera aún un chiquillo que llega a casa más tarde de lo que los padres le dejan.
Ronny, desde Ecuador, en literalyabsurdo.blogspot.com, habla de sus experiencias e intercala comentarios de una inusual madurez. Puede que sea una idea que he edificado sobre dos únicas columnas raramente sólidas : ha leído a Bolaño y sabe que Adele es una mera cantante prefabricada, como amor sin sexo, un aburrimiento.
Karina,también Argentina, desde 10decorazones.blogspot.com, cronifica sus experiencias de todo tipo, las que tiene y las que tendría.
Es un breve resumen, afectando lo concéntricamente más cercano, de aquello que he encontrado, sin apenas buscar. Si a uno le da por buscar en la blogosfera, Dios, no acabaría nunca.
Mientras los españoles piensan en como impedir que los franceses especulen con los éxitos de los deportistas. Coño, decidle a Sarkozy (muy próximamente ex-presidente, pero aún decidiendo sobre el futuro de millones), que se ha de poner alzas para besar a su esposa. O recordadle que Mick Jagger también estuvo allí.
Voy a dar unas vueltas por las direcciones que mencionas. Hay gente que conocía y gente que no. Y, como siempre, muchas gracias por tu generosidad.
ResponEliminaUn abrazo !!
Google será el Skynet que Arnold (con voz de robot) predijo años atrás. Debimos escucharlo.
ResponEliminaNo conocía a Jhon Self. Pasaré a visitar; seguramente es una buena recomendación. Me gusta leer a Kariu también.
Ahora que tengo publicidad en tu blog tendré que esforzarme en actualizar más seguido y aumentar la calidad de lo expuesto. En los apuros que me pones, jaja.
Saludos, Francesc.
Bueno, no hay que ser tan stajanovista (workaholic) como he resultado ser yo en lo de escribir. Cada uno tiene su ritmo, Ronny. Pero parece que hoy me he autoimpuesto una especie de reagrupamiento. Gracias por tus buenas intervenciones.
ResponEliminaYo no dejo de sorprenderme por la comunidad internacional que ha creado Orsai. Y me siento más hermanada con ustedes que con los miles de vecinos que consumen televisión basura habitualmente y con los que no tengo NADA en común.
ResponEliminaAhora de vacaciones y con más tiempo para leer, me encanta descubrir nuevos escritores y atender a las recomendaciones de una persona tan generosa como Fracesc. Les mando un beso grande!!
Muchas gracias por los comentarios, a todos. Me sorprende la coincidencia en otorgarme la virtud de la generosidad. Pero estáis equivocados. Lo mío es más una cuestión algo ególatra pues me causa placer que los demás conozcan buena música o cine o literatura gracias a mi intervención. Así de paso contradigo la lógica matemática, pues el crecimiento de esa cultura se vuelve exponencial.
ResponEliminaPues podéis incluirme en la lista de blogueros disconformes.
ResponEliminaMe encuentro al otro lado del tabique del hermano Bon
Saludos desde el hiperespacio
Tuli, del otro lado del tabique ?? No acabo de entenderlo, pero es lo que pasa, que en el hiperespacio se ha desmontado la conjunción espacio-tiempo.
ResponEliminaClaro, es eso.
Gracias por leer, mantener la maraña empieza a ser agotador