dijous, 25 d’agost del 2011

MESURA Y CONTENCION

No puedo evitar excusarme por esta discontinuidad. La educación recibida, supongo. Así que se accionan ciertos resortes compensatorios. Cómo funciona un resorte es algo un pelo imprevisible.

Ejemplo I : cambiar la palabra insufrible por la palabra insustancial, que aunque parece menos ofensiva, es simplemente más sutil. Teniendo en cuenta que puede que haya a quien le guste sufrir.

Ejemplo II : insistir en que Robertson Davies es un magnífico escritor prácticamente desconocido y que rincones del universo como este, completamente inútiles para este fín (vs inversiones publicitarias) debemos arriar la bandera para que tamaña injusticia sea enmendada. 

Ejemplo III : tomar el compromiso de ver cierta película, a sabiendas de lo difícil que va a ser que no me desagrade profundamente, simplemente con el cínico y quirúrgico propósito de razonar detalladamente cada uno de los pasos de su descuartizamiento.

Ejemplo IV : entender que actos como éste justifican por sí solos la existencia del submundo de los críticos del planeta, especie multidisciplinar enfrentada a los artistas, especialmente a aquellos que lo son sólo en un grado de pretensión, grado que es exactamente el que los críticos no les permiten franquear.

Ejemplo V : mantener una agradable conversación con alguien que no sólo sabe lo que vende, también sabe que clientes fieles y negocios puntuales son conceptos que pueden parecer complementarios pero también son antagonistas.

Ejemplo VI : demorar en exceso mis opiniones sobre avatares de diversas partes del planeta, por este orden, Noruega, Libia, Inglaterra.

Ejemplo VII : constatar que hay algo intrínsecamente implícito a profesar la fe por unos colores determinados, afirmación que acepto que es la más subjetiva y caprichosa que uno pueda hacer, pero que no puede mantenerse más en mi interior : ver las pancartas en el Bernabeu de apoyo a Mourinho, especialmente alguna de ellas, me resulta tan impactante. Qué pandilla de cafres.

Ejemplo VIII : pensar que este remiendo se eleva a la categoría de post, cuando en otros mundos sería una mera recolección de apuntes, un breve esbozo que sólo vería la luz si, en el proceso de búsqueda de la obra completa de un autor, alguien lo encontrase en las carpetas perdidas de un disco duro, y considerase que, a pesar de su escaso o nulo valor literario, cabría en el cajón de sastre que acostumbra llamarse rarezas.

Ejemplo IX : porque sólo un autor consagrado puede editar en vida cosas que llame rarezas. Significa que uno se cree a sí mismo tan genial y tan indiscutible que hasta sus actos más caprichosos e indolentes merecen el calificativo de obras.

Ejemplo X : la definición no escrita de épica que es esta canción (quizás por el cello, o porque los que la conocemos sabemos que abre OK Computer, y que, desde ese momento, cualquier cosa podría pasar).


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