dimecres, 16 de febrer del 2011

LA INTENCION LITERARIA

Cuando lees a Kapuscinski escribir sobre Haile Selassie a veces crees estar leyendo pura ficción. Kapuscinksi era un reportero que intentaba dar a los reportajes escritos algún valor más allá de la triste nota de prensa. Por lo tanto es un deleite leerlo. Porque se mantiene en la línea de la creación sin atravesarla, pero la realidad que describe toma otras tonalidades. E incluso tiene más mérito pues prescinde de la descripción truculenta de la crueldad más gratuita. Dejar que se intuya es más cruel aún.
Y hoy yo, que tengo sueños donde sale un tío que se llama Onofre, disfruto lentamente de ese placer fruto de la intención literaria de Kapuscinski. El viaje es el mensaje. Hay quien lee libros para saber cómo acaban. Eso es sexo para procrear. Hay quien lee libros para apuntar frases, para quedarse con ellas, hay un tío en un parque al que voy que subraya libros de Haruki Murakami ( que a mí me resulta excesivamente otoñal ), yo no sé si formo parte de muchas manadas (últimamente seguro que no) pero una sería indudablemente la de los que leemos por placer. En eso soy un delincuente que actúa en solitario. Pero leer por disfrutar de las palabras y las ideas por encima de finales felices o coherencias de las historias, es como el sexo, disfrutando porque sí, sin intención de procreación, pecaminoso. Y la palabra pecado atrae, más que culpa o más que arrepentimiento. Por lo menos al tipo de gente del que me gusta rodearme. Cosas del género humano.
Qué pasa en el mundo. Egipto, que cada vez está todo más controlado. Israel que se tranquiliza, aparentemente. Los Hermanos Musulmanes que acuden a ruedas de prensa con ropa occidental. El ejército que toma las riendas seis meses. Revolución con apariencia de gas de La Casera, lo siento. Y como me siento como occidental ??. Como en muchas cosas, sentimientos encontrados.
Ayer leo de cierto centenar largo de chicas europeas que han creado una nueva orden religiosa. Parte de sus hábitos los confeccionan con ropa vaquera. Eso parece ser muy importante. Veo las fotos, paso a otro tema.
Hoy compruebo que hay nexos entre Angela Merkel y Santiago Segura. Compruebo también que el tiempo gris me causa una extraña pesadumbre, que necesito sol y las nubes y el cielo plomizo me matan lentamente como esos pobres bichos que echamos en la cazuela para que se mueran conforme el agua empieza a hervir. Que incluso en Barcelona el aire de la calle es algo que hay que respirar para despejarse. Que sigue la gente muy pesadita con los 80 por hora, y que 6Q pone una nota en su blog diciendo que iba a clausurarlo pero se lo pensó mejor. Chico, ni siquiera es un pez en una pecera al que hay que echar comida de vez en cuando. Déjalo ahí, lleva tu ritmo, nadie corre, se anda más rápido o menos pero es importante no estar parado. Y como hay influencia en los dos sentidos, me estoy mirando zapatillas de running, y la selección de música de mi Ipod.
Y vuelvo a sentarme en una piedra del bosque, y a veces al fondo lo veo todo gris, pero de cerca es verde oliva.
Y esta es mi canción favorita de los últimos dos años, aunque la número 50 y la número 100 también son maravillas, y muchas más. Malditos mocosos.


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