diumenge, 29 de setembre del 2013

LIEBSTER AWARD




Desde Deborahlibros me enganchan a esta curiosa tortura disfrazada de experimento que acometo agradablemente. O sea, lo agradablemente que se puede hacer algo que de repente pasa de ser ignorado a ser una especie de obsesión. 

Normas

A) Nombrar y agradecer el premio a la persona o blog que te lo concedió.
B) Responder a las 11 preguntas que te hayan formulado.
C) Conceder el premio a 11 blogs y proponerles 11 preguntas para responder.
D) Visitar los blogs que han sido premiados junto con el tuyo.
E) Informar a los blogueros de su premio.

1. ¿Con qué frecuencia miras las estadísticas del blog? (Dí la verdad, Francesc) Ese Francesc soy yo.

Las del personal ya dejé de mirarlas hace tiempo: cuestión de necesidades mínimas de autoestima. Pero, eh, las del blog en el que colaboro suelo mirarlas con una frecuencia de.... estooooo.... tengo miedo de que si confieso esa frecuencia me quiten las claves de acceso.

2. Si pudieras, ¿vivirías de tu blog o prefieres mantenerlo en la categoría de "afición"?

Si pudiera viviría de los blogs, de las colaboraciones on-line, de los comentarios de música, de todo lo que supone ser compensado por el no siempre tan agradable empeño de la labor de evaluar la obra tanto artística como creativa de los que pretendidamente crean arte. Que son más de lo que parece, afortunadamente.

3. Publicidad en los blogs, ¿sí o no?

Publicidad en los blogs: tiene muchas capas esa pregunta. Me gusta esa idea de que la publicidad tenga que ver con el contenido, pero eso me deja intranquilo: no puedo escribir libremente de cualquier tema banal (aunque el trasfondo sea profundo) sin que a los que me leen les salten pops constantemente... Luego la cuestión de que se retribuya de alguna manera el esfuerzo por aportar algo al desorientado mundo que nos rodea. Estoy contento así, pero podría estar más contento.

4. ¿Crees que la tecnología ha parido un género o formato literario nuevo, llámalo como quieras, o se trata de la crónica o el diario de toda la vida con enlaces y fotos?

Creo que género o formato es algo osado decirlo. Es un canal que condiciona un tipo de contenido, y una forma de presentación. Nadie lee posts de 20 páginas ni se los descarga por el E-mule. Nadie busca un perfil creativo ni un cánon de calidad dando por sentado que nadie tiene más pretensiones que ser leído o simplemente divulgado. Pero creo que su evolución aún tiene recorrido, y que no hemos llegado a un estado en que se pueda juzgar desde una especie de situación homologada.

5. ¿Crees que un tal Cagafo fue justo cuando eligió "Nada" de J. Teller como peor libro del año, pudiendo elegir las "50 sombras de Grey"?

No creo que haya últimamente un libro célebre peor que Las Sombras de Grey, pero cada uno tiene su credo particular y a veces ofende más algo medio digno con pretensiones que la pura porquería. Podría ser ese el caso, de hecho yo incluso me pronunciaría peor de algún libro de lo que lo haría de la trilogía de marras. 

6. ¿Te has autocensurado en tu blog, bien omitiendo una opinión, un contenido o a un autor?

No en contenido, pero sí he evitado que trasciendan detalles personales que no interesan a nadie. Teniendo en cuenta que mi blog lleva mi nombre y apellidos reales, y que hay mucho chalado por el mundo, procuro más que censurarme moderarme en ciertas expresiones que suponen un ataque frontal. Dado que no sólo hablo de gustos sino que a veces transito otros derroteros.

7. ¿Se te queda corto el blog? ¿Qué otro medio, herramienta o formato has echado en falta alguna vez?

No se me queda corto: puede que más contenido visual ayudara, pero creo que las palabras ya son suficientes en la gran mayoría de los casos.

8. ¿Qué te da una novela gráfica que no te da una buena prosa?

No suelo leer novela gráfica. Es más, suelo rehuir de los libros que abusan del apoyo visual. Las imágenes ya me las monto yo. Sin pretensiones.

9. ¿Si te pagasen 200€ por reseña a favor de una obra que consideras mediocre, lo harías?

No. La oferta es claramente insuficiente, sería la primera respuesta, para empezar.

10. ¿A qué autor/a de blog te gustaría conocer en la vida "real"?

A todos. Sin distinción. Ni por morbo ni por nada, creo que la afinidad a través de los blogs ya es suficiente para saber que podrás compartir un par de cervezas sin la mera oportunidad de aburrimiento.

11. Y siempre he querido saber esto: ¿Por qué cuando se pasan las magdalenas se ponen duras y las galletas blandas?

Creo que deberá tener algo que ver el contenido de agua, no? Supongo que la magdalena tiende a ceder agua al ambiente y la galleta a tomarlo. 

Mis 11 nominados

Azul Sánchez

Mónica Basterrechea

Tuli Márquez

Jenn Diaz

El convincente Gon

Karina Ocampo

Álex Azkona

The Villacresporker

Talita Traveler

Selene Selestar

y cualquiera menos yo de

Un Libro Al Día

Mis 11 preguntas

1. ¿Todo tu entorno está al corriente de que escribes un blog?

2. ¿Has usado el blog para expresar cosas que no sueles poder expresar cara a cara o que simplemente crees que solamente el relativo anonimato y la soledad de un blog te permiten?

3. ¿Cuantas veces has pensado en abandonar el blog y cual ha sido el último motivo por el que no lo has hecho?

4. ¿Has pensado alguna vez en tu blog en términos mercantiles, asociándote con otros bloggers, montando negocios al estilo clásico, y finalmente descartándolo todo de golpe en base al cuento de la lechera?

5. ¿Piensas que la blogosfera es, en realidad, una monumental manera de tener la cabeza entretenida, una especie de personalización absoluta de algo que no es ni TV ni chat ni relaciones personales ni referencias artísticas ni clubes de lectura sino todo a la vez?

6. ¿Pensar es de izquierdas?

7. ¿Tu vida es más intensa desde que escribes un blog, o esperabas que lo fuera y no?

8. ¿Acabaremos todos escribiendo blogs sobre petanca?

9. ¿Algún post sin ninguna visita y que piensas que es muy injusto que así sea?

10. Situación física y emocional idónea para escribir un post. Horario, emplazamiento, compañía, ambiente general.

11. ¿Cual es la primera lectura de la que eres consciente y el primer disco que compraste por iniciativa propia?.




SEMPITERNO CONTUBERNIO

Sí: todo empezó esta mañana, a eso de las nueve en Twitter. Sí: hay quien se cagará en mi cuenta de Twitter y en todas las frases y las ideas que quedan restringidas a los 140 carácteres que un día definí como insuficientes pero que, mira tú, sirven para exprimir la necesidad de sintetizar lo que se quiere transmitir, lo cual no deja de ser, seguro, algo que afecta a alguna área del cerebro, en algún modo beneficioso. Si fui capaz de sintetizar el otro día una reunión de dos horas en una mera frase. Algo habré aprendido.
En cualquier caso: me quejé de lo frustrante que es no contar con prensa imparcial. De que todos los periódicos tienen una línea ideológica y que nuestro disfrute al final se reduce a los que tienen la línea que coincide con nuestras opiniones. Como si fuera nuestro plato favorito, nos regodeamos en su consumo y sólo hacemos que confirmar lo que ya creemos y cerrar el periódico diciendo que qué razón tiene este tío y puede que hasta recortemos el artículo para guardarlo, puede que apuntemos en algún lado aquella frase que nos haya impactado, que no es diferente que lo que hacemos con un Retweet, mostrar a los que nos siguen (curiosa palabra, algo caudillesca) que hemos encontrado otra joya que encastrar en nuestra corona.
Pues eso no debería ser así. Bromeaba con mi mujer y le decía si al final la única prensa fiable es la gratuita, el periódico de apenas veinte páginas que tomo de una pila descuidada cuando compro el pan entre semana. Si esa parquedad de medios que supone el decir Pepito hizo esto ayer en ese sitio (creo que los anglófilos lo llaman las cuatro W o alguna cosa similar) no es el mejor de los regalos para nuestra objetividad y para nuestra imaginación, si la esencia no es el mero conocimiento del hecho sin más aditivos que la mayor neutralidad posible (que no es demasiada: hasta destacar una noticia en aras de otra es una salvaje y violenta declaración de principios). En fin, antes de que esto sea un amago de puesta en duda de un código deontológico profesional, aclararé que mi decisión se solidifica en mi progresivo abandono de otra fuente de noticias que no sea mi presencia directa o lo que la gente dice en Twitter. Que gracias a eso sé de las cosas antes que alguien las pinte con sus colores y me las presente. Que encima tengo el regalo adicional de ver cómo lo comentan ciertos círculos, y, a poco que indague, cuales son las reacciones de las partes contrarias, cuando hay partes contrarias. Que suele ser casi siempre: la unanimidad es un asco, la unanimidad es una puta mierda y no hay peor escenario posible que la mayoría absoluta, que los pactos de estado de las grandes fuerzas (qué, qué coño va a salir del próximo gobierno alemán de coalición más que más ahogo para todas las naciones europeas que no se ajustan a sus fines). Quiero discusiones y quiero bandos enfrentados y sí, la confrontación generará sangre y fetidez (Bolaño, Bolaño, Bolaño), pero la confrontación genera cambios, y los cambios suelen mejorar las cosas. Los cambios son necesarios para todo: los cambios en las fronteras (esas alambradas, gran cagada de un periódico supuestamente de izquierdas que es el pistoletazo de salida a esta discusión vana e inútil) son necesarios porque las fronteras actuales proceden de escenarios basados en la injusticia: guerras, procesos de descolonización, conflictos raciales y religiosos, vestigios del feudalismo, y larguísimos etcéteras que gotean sangre y lágrimas (sí: me he dejado el sudor). Los cambios en las actitudes: los cambios en las necesidades educativas: los cambios en el sentido de la presión fiscal. Los cambios en el sentido de la labor política. Políticos como presidentes de comunidad de vecinos; gratis y por obligación, para que todo sea un palo horroroso y para que pronto aparezca otro primo con ganas de relevancia para cederle el testigo. 

diumenge, 15 de setembre del 2013

SASHA GREY: La Sociedad Juliette

¿Y esto qué es? Esto de repetir la reseña de un libro que ya has publicado en otro sitio. Esto de tener al (paulatinamente menos numeroso) público pendiente de unas entradas que cada vez se espacian más y aparecer con algo que a todas luces es un refrito.
Primero, una especie de reto no declarado. Dicen que la principal fuente de visitas son las búsquedas y que las palabras claves llevan al contenido. Y que mencionar a esta chica es una garantía de aparecer como resultado de esas búsquedas.
Segundo, como ya advertí en alguna ocasión, que el uso de mi blog personal para según qué temas me permite dar un giro adicional de tuerca. Actuar con una sinceridad desinhibida, no condicionada.

Pues mi decepción con el libro de Sasha Grey puede que tenga más aristas de las que debería. Vivimos en un mundo terriblemente machista donde una mujer vinculada en su pasado al porno arrastra eso con un estigma tan poderoso que se ve abocada o a volver a él, o a ser señalada toda la vida como una especie de meretriz. Y la Grey no hizo dos películas bobas con un par de caballeros, de los cuales uno era su novio. No: la carrera de esta moza fue fulgurante y aparatosa y cada reto fue seguido por otro más osado. Una no se hace popular en ese mundo por el recato, ni por el glamour de las películas. Entonces, yo me esperaba que traspasara parte de esa osadía a esa carrera literaria que tanto anticipó. Esperaba no que se desprendiera de todo su pasado (que puede ser un lastre, pero que también lo es en cuanto a repercusión y, ejem, facturación) sino que supiera dejarlo en un prudencial segundo plano. Y no esperaba que La sociedad Juliette fuera un libro referencial, pero esperaba que fuera, al menos, una lectura de una cierta profundidad, esperaba incluso que fuera cargante y pedante y que la chica dejara al lector en medio de una especie de desorientación. Pero no pasa eso: esto es una lectura de lo más ligera, sobre todo para los que somos mayores de edad y ya no nos escandalizamos de demasiadas cosas. Claro que hay sexo descrito con procacidad y sin pelos en la lengua (je), y claro que leemos entre líneas que la chica no ha querido despreciar parte tan importante de su CV. Pero si esta novela me decepciona es porque a) en una especie de reedición de cierto síndrome de San Jorge que tenemos los especímenes masculinos, esperaba que la literatura redimiera a la Grey, que todo ese pasado fuera fuente inagotable (je#2) de experiencias que traspasar al papel (aunque fuera subliminalmente): b) esperaba que tuviera más talento; así, tal como suena, no escribe tan bien como para que una editorial se fijase en ella si no fuera por su background; y c) ya hubiese sido la hostia que alguien proveniente de ese submundo pudiera propinar un zasca al universo hipster, ya hubiese sido demasiado que una escritora de talento surgiera, tan joven, tan lozana y tan desinhibida, cuando estamos demasiado acostumbrados a esa especie de universo con mamparas separadoras que establece que vida intensa en el sentido frívolo y literatura descarnada suelen coincidir solo en casos muy aislados. 
Por lo cual no es que no recomiende leer este libro: recomiendo leerlo sabiendo muy clarito en qué nos movemos, que es una especie de mezcla de los libros del Club Bilderberg, algunos pasajes de literatura porno, más una pizca de espíritu algo diletante, que es muy notable cuando se empeña en mencionar, venga al cuento o no, los discos, películas y libros que la influyen. Pero eso lo atenaza: es como si Sasha Grey tuviera algo de miedo de que no vaya a tener una nueva oportunidad de publicar, o como si supusiera, como casi es el caso, que los lectores que nos hemos acercado a su primera novela por mera curiosidad, hemos quedado con bastantes pocas ganas de probar con la siguiente.

dilluns, 9 de setembre del 2013

FORA DE (J)LLOC

Afaitat i pentinat, però es ell
La paraula "llàstima" no li farà gens ni mica, de gràcia, al Hernán Casciari. Hi ha gent que se li en fotrà, fer llàstima, però no en aquest argentí que sempre fa cara d'haver dormit poc. El cert es que aquest és el meu post que enllaçarà amb la cadena de blogs per la independència i em sembla significatiu que coincideixi amb la setmana en que s'anuncia que la revista Orsai deixarà de publicar-se. Quan Orsai es la culpable de que molts dels que em llegeixen ho facin, la responsable d'unes quantes de les amistats virtuals que he fet en els últims dos anys, i quan el Casciari viu en mig d'un d'aquests punts que tant ens representen com a nació: la faldilla del Montseny. La responsable, també d'aquesta estratègia clientelista meva d'escriure en l'idioma que m'aporta més lectors potencials.
Ara bé, era lògic que un projecte ja difícil de per si se'n sortís en mig de la que cau. La que cau i continua caient. En temps on costa trobar diners quan es busquen, proclamar-se contra la publicitat i voler sostenir una revista de continguts de qualitat només de suscripcions es, senzillament, massa agossarat. Tot i la bona voluntat dels lectors, estem en un temps on s'ha tornat massa fàcil obtenir cultura sense gratar-se la butxaca. No sols això: els pirates vocacionals (que som legió) ja sembla que ens en fotem dels que paguen. Un cercle molt viciòs que iniciatives com Orsai no han estat capaçes de trencar.
Tot i les petites trampes del projecte (que comptava amb la xarxa de protecció que a Casciari li aporten les vendes dels seus llibres i les seves obres de teatre), el que intentava Orsai era tan idílic que el seu sol exemple ja era un enorme perill per la continuitat de una indústria arrelada en l'us de la publicitat com a font principal de finançament. Hernán Casciari em va deixar unes quantes frases pel meu record personal: una d'elles es que ell deia que era d'esquerres, però de les de veritat. O sigui, no un eco-yuppie, no un lider concienciat que s'hospeda a hotels de cinc estrelles, sino un, suposo, convençut marxista. 
Però aquest és el meu post de la Diada. I em sembla que tios com en Casciari, que viu entre Sant Celoni i Buenos Aires (per un motiu especial: la seva dona es catalana i aquesta partida la va guanyar ella), encara que diguin ben poquetes paraules públicament en català, i encara que publiquin en castellà, ens fan falta a una nació com la nostra. Independentista i d'esquerres, i ja que m'ho pregunteu, boig por la cultura com soc, no hi ha res que m'engresqui més que contemplar com la Catalunya independent que se'ns apropa es la que a mi més m'agrada: mestissa, impura, barrejada, més a la vora de Gràcia que de Pedralbes, més a la vora de les escoles de barri que del IESE. Una Catalunya lluny d'asèpsia i encarcarament, una Catalunya que no s'afaita cada dia, una Catalunya on, com és el més normal del món, i el mes sa, ens cagarem en qui ens governa just cinc minuts desprès d'haver-lo aplaudit per governar-nos.

Cadena de blogs per la independència: Ara ves a L'home del sac o a 
Mar Vilaró

diumenge, 8 de setembre del 2013

FUERA DE (JUEGO) DE PALABRAS

Afeitado y peinado, pero es él
La palabra " lástima" no le hará ninguna gracia, a Hernán Casciari . Hay gente a la que le da igual, la lástima , pero no a este argentino que siempre pone cara de haber dormido poco . Lo cierto es que este es mi post que coincide con la Diada y me parece significativo que coincida con la semana en que se anuncia que la revista Orsai dejará de publicarse. Cuando Orsai es la culpable de que muchos de los que me leen lo hagan, la responsable de algunas de las amistades virtuales que he hecho en los últimos dos años, y cuando el Casciari vive en medio de uno de estos puntos que tanto nos representan como nación : la falda del Montseny. La responsable, también de esta estrategia clientelista mía, tan reprobable , de escribir en el idioma que me aporta más lectores potenciales .
Ahora bien , era lógico que un proyecto ya difícil de por sí saliera adelante, en medio de la que cae . La que cae y sigue cayendo. En tiempos donde cuesta encontrar dinero cuando se busca, proclamarse contra la publicidad y querer sostener una revista de contenidos de calidad sólo de suscripciones es, sencillamente , demasiado atrevido. A pesar de la buena voluntad de los lectores, estamos en un tiempo donde se ha vuelto demasiado fácil obtener cultura sin rascarse el bolsillo . No sólo eso : los piratas vocacionales (que somos legión ) ya parece que nos burlamos de los que pagan . Un círculo muy vicioso que iniciativas como Orsai no han sido capaces de romper.
A pesar de las pequeñas trampas del proyecto ( que contaba con la red de protección que a Casciari le aportan las ventas de sus libros y sus obras de teatro ) , lo que intentaba Orsai era tan idílico que su solo ejemplo ya era un enorme peligro por la continuidad de una industria arraigada en el uso de la publicidad como fuente principal de financiación . Hernán Casciari me dejó unas cuantas frases para mi recuerdo personal : una de ellas en que él decía que era de izquierdas , pero de las de verdad . O sea, no un eco- yuppie , no un líder concienciado que se hospeda en hoteles de cinco estrellas , sino un, supongo , convencido marxista .
Pero este es mi post de la Diada . Y me parece que tíos como Casciari , que vive entre Sant Celoni y Buenos Aires ( por un motivo especial : su mujer es catalana y esta partida la ganó ella ) , aunque digan bien poquitas palabras públicamente en catalán y aunque publiquen en castellano , nos hacen falta en una nación como la nuestra . Independentista y de izquierdas , y ya que me lo preguntan , loco por la cultura como soy , no hay nada que me guste más que contemplar como la Catalunya que se nos acerca es la que a mí más me gusta : mestiza , impura , mezclada , más cerca de Gracia que de Pedralbes , más cerca de las escuelas de barrio que del IESE . Una Catalunya lejos de asepsia y rigidez , una Cataluña que no se afeita cada día , una Catalunya donde, como es lo más normal del mundo , y lo más sano , nos cagamos en quien nos gobierna apenas cinco minutos después de haber lo aplaudido por gobernarnos.

diumenge, 1 de setembre del 2013

LA CASTA

Se puede ser músico por haber estado rodeado de cultura por todos los lados, y que sea una ventaja añadida crecer en una de las mayores ciudades del mundo. Pero se puede ser cualquier tipo de músico, optar por la venta de discos como churros, a base de repetir un esquema una vez y otra. O eso, o se puede ser relativamente osado, agrandar el alcance de algo que empieza como una especie de pop con un ligero acné, olvidar las poses para el público, y decidir encabezar algo que ya veremos si es grande, pero que no se resigna a ser pequeño.


Se puede ser músico por el privilegio de tocar el piano desde los tres años, por no hacer falta ni partitura ni teclado, por, en medio de una formación que se presume clásica, absorber todas las influencias que hierven a tu alrededor. Te puede invitar una presentadora mona con problemas con un vestido demasiado estrecho, y tú puedes convencerla de que tu flequillo descontrolado, tu cara de chalado y tu batín de ir de bonito son solo envoltorios que esconden al musical genius.


Se puede ser músico y comprender que, para aparecer en un programa decadente a mediodía en un canal francés, y no esperar ser visto más que distraídamente por una serie de gente más pendiente de que el café no se enfríe, el flequillo debe ser domado con severas dosis de gomina y el batín planchado de forma conveniente.


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