dimarts, 24 de juliol del 2012

EL FIEL DE LA BALANZA

Catalunya, o una parte importante de ella, arde. Incendios forestales asedian una zona, L'Alt Empordà, enormemente significativa, por su cercanía a Francia, por su costa, por haber sido lugar de residencia fija o eventual de célebres personajes en ese pequeño imaginario propio de este pequeño país. Especulaba para mis adentros, esta mañana, si no prefería que esos incendios fueran provocados, y se descubriera que obedecían a una mala intención de extremistas españoles, obsesionados ante la eventual cercanía de una secesión, y que esos hechos provocaran una ruptura definitiva. Imaginad el extremo al que lleva esa mezcla de fantasía y desesperación.
No es que al resto del estado le vaya mucho mejor, por eso.
Barcelona se tizna lentamente de esa ceniza que flota en el ambiente, y que por tanto, acompaña ahí, en suspensión, al mal rollo imperante. Y ese tenue olor a leña, a madera quemada, que tan acogedor, casi evocador, resulta en invierno, ahora no es más que olor de la conciencia, ni voz hace falta, que rememora y persiste en rememorar que, digan lo que digan los políticos y sus vasallos, siempre hay algo que puede empeorar.
El 12 de octubre es festivo en España. En Catalunya, aun siendo también festivo, ya es una tradición que la mayoría de los comercios abran igual sus puertas. Por motivos obvios, poco hay que celebrar en Catalunya en un día que se llama Fiesta de la Hispanidad. En ese día, las organizaciones de extrema derecha, residuales pero aún activas, organizan en una plaza, que encima se llama Dels Països Catalans (o sea, algo así como de la patria catalana separada de la española), una cada vez más esmirriada manifestación donde sacan a pasear la parafernalia fascista española: su nostalgia del franquismo, sus banderas con águilas y toros, y sus consignas apocalípticas contra todo lo que no es como ellos. Contra las izquierdas y los nacionalistas por motivos obvios, y contra las derechas por no serlo bastante, por amagar con moderación y no darles el gusto de fusilamientos y noches de terror para sus enemigos; dan vivas a Franco y a Hitler y a Mussolini y se retiran, no sin algún que otro altercado de poca monta, hasta el año que viene.
Después de leer Las venas abiertas de América Latina, este acto va a parecerme, cosa que ya resultaba difícil, más patético. Aunque entiendo que quien jalea a Hitler y a Franco sea coherente y se muestre satisfecho sobre todo lo que representó ese 12 de octubre de 1492. El inicio del saqueo y el genocidio de todo un continente en nombre, inicialmente, de progreso o de aventura o de religión o de cultura, pero con un resultado obviamente económico. No es que yo no supiera ya algunas de las cosas que muestra ese libro. Pero el aluvión de datos y de citas y de hechos y cifras que este libro recoge es, sin duda alguna, tan abrumador y tan definitivamente convincente que resulta un tanto reiterativo. Reiteración completamente legítima: tanto tesón con el que fuimos educados los de mi generación sobre la necesidad de los pueblos indios de ser evangelizados y civilizados y adiestrados en su integración en el proceso productivo, tanto tesón con el que se nos impuso esa realidad distorsionada, debe ser compensado y parece que Galeano sólo confíe en el aluvión de datos y la repetición de consignas para neutralizarlo.
Como europeo y como persona administrativamente perteneciente al estado español, me avergüenza formar parte, aun tanto tiempo más tarde, del mecanismo que pulverizó razas, lenguajes y culturas en nombre de tan dudosas consignas. Galeano no me ha convertido: Galeano me ha aportado los datos que corroboraban lo que tanto me temía. Que el expolio fue profundo y deliberado y planificado hasta el punto, prácticamente, de eternizarlo. Que, lejos del arrepentimiento, toda esa patraña de la madre patria y el idioma común es sólo un pretexto más para justificar lo injustificable, pues nada hay más injustificable que tanta matanza y tanta miseria impuesta en nombre del derecho del conquista.
Puede que Galeano sea lo que a veces parece: un intelectual narcisista (dios, como posa en ciertas fotos) algo cargante en su discurso, algo repetitivo en su planteamiento. Y que este libro adquiera muchas veces las trazas del libro de texto que nunca dejarían que fuese, demasiado estadístico, demasiado academicista y demasiado dogmático. Pero estoy de acuerdo con Horacio: un libro así, en el momento que se publicó (1970, con montones de dictaduras en la zona, en el momento, y montones más por delante en el tiempo), no sólo era necesario: también era valiente y arriesgado. En nombre de la verdad o por cuestión de egolatría. Da igual. No  eran personas valientes, lo que sobraba, entonces.

P.D. Hace demasiado, hablé de como Paul Klee, genio entre genios, usó sutilmente su arte contra el nazismo. Esta imagen de un ilustrador estadounidense, Joseph Stashkevetch, muestra, como parte de una serie, las venas de culturistas reproduciendo cuencas fluviales de los países en los que ha intervenido USA en la zona de Latinoamérica. Le veo una extraña y curiosa relación con el libro de Galeano, y es un gusto ver que continúan habiendo cerebros inquietos en este extraño planeta.

20 comentaris:

  1. Tengo tanto que comentar que voy a empezar por aquí:

    Este libro de Galeno no es tan crítico de España como de Los Estados Unidos. Más allá de la historia del saqueo colonial, hecho sabido y enseñado en las escuelas elementales argentinas, por ejemplo, apunta más que nada a dar cuenta de la dominación que los Estados Unidos ejerció sobre nuestro continente desde el fin del colonialismo a la actualidad del libro (1973, primera edición, creo). Es un libro anti- imperialista. Es otra visión de la historia que nos contaron siempre. Pero es un libro local, no le apunta tanto a Europa. Solo que se remonta tanto en el tiempo para explicar la situación socio-política que obviamente hay palos para España, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Holanda, etc. Pero los palos mayores son para el sistema capitalista.
    Es un gran libro, pero no es lo que más me ha gustado de Galeano. Si quieres leer otras cosas de él, te aseguro que no perderás el tiempo en vano. Aunque tal vez ya las hayas leído.
    Por lo pronto no he podido resistirme a pegar un cuentito de él en este comentario. Ya ves cómo empiezo a abusar:

    "La Creación según John D. Rockefeller"

    En el principio hice la luz con farol de queroseno. Y las tinieblas, que se burlaban de las velas de sebo o de esperma, retrocedieron. Y amaneció y atardeció el día primero.



    Y el día segundo Dios me puso a prueba y permitió que el demonio me tentara ofreciéndome amigos y amantes y otros despilfarros.



    Y dije: “Dejad que el petróleo venga hacia mí”. Y fundé la Standard Oil. Y vi que estaba bien y amaneció y atardeció el día tercero.



    Y el día cuarto seguí el ejemplo de Dios. Como Él, amenacé y maldije a quien me negara obediencia; y como Él apliqué la extorsión y el castigo. Como Dios ha aplastado a sus competidores, así yo pulvericé sin piedad a mis rivales de Pittsburg y Filadelfia. Y a los arrepentidos prometí perdón y paz eterna.



    Y puse fin al desorden del universo. Y donde había caos, hice organización. Y en escala jamás conocida calculé costos, impuse precios y conquisté mercados. Y distribuí la fuerza de millones de brazos para que nunca más se derrochara tiempo, ni energía, ni materia. Y desterré la casualidad y la suerte de la historia de los hombres. Y en el espacio por mí creado no reservé lugar alguno a los débiles ni a los ineficaces. Y amaneció y atardeció el día quinto.



    Y por dar nombre a mi obra inauguré la palabra trust. Y vi que que estaba bien. Y comprobé que giraba el mundo alrededor de mis ojos vigilantes, mientras amanecía y atardecía el día sexto.



    Y el día séptimo hice caridad. Sumé el dinero que Dios me había dado por haber continuado Su obra perfecta y doné a los pobres veinticinco centavos. Y entonces descansé.

    Eduardo Galeano
    "Memorias del Fuego: las caras y las máscaras."

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    1. Gracias, Villa !! En cualquier caso me detendré ahí con Galeano: prefiero la ficción a los ensayos, y no soy partidario de repetir autores en cortos lapsos de tiempo. Algo debe pasar con este hombre que tiene partidarios y detractores tan opuestos; supongo que a esa actitud personal un tanto peculiar se añade su filiación política.
      Delicado entonces que sus libros no escoren de lo literario a lo panfletario. En cualquier caso, sí, la crítica al sistema imperialista USA es mucho más contundente y detallada. Pero estoy precisamente en unos días en que lo español y lo españolizante me tiene bastante saturado. Por cierto, añadí una pequeña post-data, a posteriori, al post. Valga la redundancia.

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  2. A ver... La cuestión ideológica. Me considero una persona de izquierda, aunque esto ya nada quiera decir. Lo de Galeano, más allá de lo ideológico, siempre me resulta panfletario. Me niego totalmente a leer a Galeano, ya leí demasiado poco y fue demasiado para mi. Pongamos ciertas cosas en la mesa. Primero el palo fácil (el que se debería evitar, pero a esta altura ¿por qué no decirlo?): su nombre completo, Eduardo Hughes Galeano. ¿Por qué omite el Hughes? ¿Es por su origen sajón? ¿Es porque es una de las familias más acaudaladas del Uruguay? No sé, no importa, lo omite. A propósito, quizás le dé vergüenza, quizás sea solo una cuestión estética, pero tenía que decirlo porque despierta sospechas.
    Galeano no deja de parecerme panfletario en ningún momento, creo que es parte de su naturaleza, estoy convencido de que debería haber sido político, le sienta bien.
    Ahora ciertas cuestiones sobre los orientales. Sabido es que Uruguay es el país menos latino de Latinoamérica, llama la atención entonces este libro escrito por un "uruguayo" en momentos difíciles. Pero la verdad yo no encuentro nada de valentía en este personaje, nada, cero. Para los que quieran mirarlo objetivamente, Galeano podría fácilmente ser incluido en el grupo de escritores bazofia como Bucay o Coelho, disculpas si ofendi. Retiro las disculpas. No hay razón para ofenderse, es cuestión de percepción.
    Sigo entonces. Que quede claro, asco siento por la conquista y demás males perpetrados por España, entre ellos el último, la vaginización del fútbol. Pero que quede claro también, en Uruguay nosotros mismos nos encargamos de exterminar a nuestros indios, los charrúas. Subo la apuesta, Uruguay no existiría si no fuera por España y demás injerencias europeas. Uruguay es un país que no debería existir y eso es lo que más le reprocho a España, a Europa: la existencia de esta mentira que ha engendrado paquetes como Galeano.

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    1. Desconocía el significativo detalle del apellido inglés (encima, justo el Barça tuvo a uno fichado llamado Hughes, que resultó ser un paquete). Sí: panfletario lo es un rato largo. Y sigo considerando que fue valiente al poner a caldo el imperialismo USA en un momento en que eso le podía acarrear ser represaliado). Menudos compañeros de viaje, Coelho o Bucay, para este tipo. Coelho en particular, merecería un post de esos de echar fuego por las muelas. Ya, cualquier día.
      También necesitaría un detalle de eso que vienes denominando vaginización: por todas partes. Ya que regresaste en buena forma, no estaría de más una aclaración de tan innovador concepto. Y vete con cuidado con un eventual toque machista del término. Es un consejo.

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    2. Vale aclarar que muchos uruguayos tienen segundos nombres sajones (de hecho el técnico de la selección de fútbol se llama Oscar Washington Tavárez, -mismo segundo nombre que el loco Abreu- hay nombre más yanqui que ese?) Esa costumbre se está perdiendo ahora en Uruguay, pero hace 60 años estaba muy vigente.
      Por otro lado, QUIEN, te sorprende que Galeano se proclame de izquierda y provenga de una familia de las denominadas acaudaladas? Muchos de izquierda lo son. De hecho en Argentina durante mucho tiempo fue una moda juvenil de los hijos de familias bien. A algunos se les pasaba enseguida, otros continuaban hasta la victoria siempre (como el CHE).
      Hay muchas cuestiones para criticar a Galeano, pero ya compararlo con Bucay o Coelho es una exageración.

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    3. Niñitos de casa bien flirteando con la izquierda ? de eso también hubo por aquí!!. En fin, igual es el momento de dejar a Galeano para que siga consiguiendo ese efecto de ceja puntiaguda, y atacar a Coelho, el rey de las frases pegadas en muros de Facebook con letra Comic Sans. O sea: Satán en persona.
      Por cierto, Villacresporker, te agradezco tus visitas y tu constancia y tus razonados comentarios, un placer que alguien se haya incorporado de una manera tan activa justo cuando algunos parecen, o parecían, desaparecidos.
      Salut, amic. (supongo que no hace falta traducción)

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    4. Vamos, termina con los agradecimientos que así pronto te volverás un Coelho y ya no podremos leerte.

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    5. Venga: El río del agradecimiento es el afluente que lleva al mar de la felicidad.
      Lástima: no sé como se pone Comic Sans en los comentarios.

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  3. Villa, efectivamente, Washington fue un nombre muy común en una época, un nombre. Lo de Hughes -y aclaré que era un palo fácil, demasiado fácil- viene por otro lado, la cuestión de negar sus orígenes. No me sorprende para nada que Galeano se proclame cualquier cosa, no me sorprende nada de ese señor. Sé que no soy la persona adecuada para juzgar ni su obra ni su vida; a mi no deja de parecerme un ser detestable. Sé que exagero -un poco nomás- comparándolo con Bucay o Coelho, pero cumple un papel parecido. El tema es el siguiente: Galeano, ¿dice algo nuevo? NO. ¿Lo dice de una manera especial? Podemos decir que si. ¿En términos estéticos es apreciable? A mi parecer NO. Y podríamos seguir, pero no es justo, no para mi. Porque además tengo un problema. Parece ser que soy masoquista, porque no hace mucho, cuando Francesc publicó su primer post sobre el hombre, de casualidad me crucé con la trasmisión de la presentación de su último libro. La vi prácticamente toda. No estoy bien de la cabeza creo yo. Pero lo hice para cerciorarme de que sigo pensando lo mismo, y asé es. Además de panfletario, me parece un viejo ególatra, narcicista, rídiculo y nefasto. Sin explicaciones. Talvez habría que ahondar un poquito en el tema del plagio también. Sinceramente no quiero pelear, me gusta el debate, la discusión, el intercambio; pero es que poco puedo aportar, lo siento así. No me cierra el tipo, me cae jodido y no le creo nada.

    Francesc: Ya explicaré lo de la vaginización, lo del toque machista es inevitable, pero acepto el consejo. Yo ya volví, los desaparecidos serán otros, supongo...

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    1. QUIEN: Galeano persona, o lo que muestra de ella, no me cae bien a mí tampoco. Eso me parece que no lo dejé claro. Ahí estoy con vos. Pero eso ya es un tema nuestro y no del tipo, que es como es (o como quiere ser). Pero supongo lo mismo pasa cuando hay una mina que está buenisima, hasta que empieza a hablar. Tu rubia con el libro de Mempo, por ejemplo, por ahí era un bolaso la mina, pero no ibas a saberlo hasta que empezara a hablar (por cierto muy gonca al bajarte, eh?- ojo, no quiero pelear, pero muy flojo estuviste, me parece)Con la mayoría de los escritores hay que quedarse solo con su obra, con Hughes sobretodo.
      Una vez le escuché decir a Hughes de Mario Benedetti (te dejo a vos que pongas si queres todos sus segundos nombres)que no le gustaba más porque se había convertido en una vedette. Lo decía por el éxito comercial que había obtenido. Yo creo que lo mismo que le criticaba a Benedetti le terminó ocurriendo a él. Y ni hablar que, lejos de tener razón, la obra de Benedetti es superior a la de Hughes, a mí modesto, humilde, casi ridículo juicio. Y a este sí que lo defiendo.

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    2. Bueno !! en todo caso es una maravilla que un tipo así suscite tales polémicas. Ahora tengo tareas pendientes: leer a Benedetti (tampoco lo hice, vaya), averiguar lo de la vaginización pues espero que Pereira no me sorprenda con ni media crítica al estilo del Barça, ver de qué coño escribo hoy pues no he acabado libro ni película ni serie...
      Y sobre estas polémicas, os digo a los dos:

      El río de la discrepancia puede llevar a la laguna de la frustración o al mar del entendimiento.

      Mierda: tengo que hablar con los de Blogger para que activen la Comic Sans en los comentarios. Sin la Comic Sans pierden misticismo.

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    3. Salpicón:

      Tengamos cuidado: las críticas a los niños bien devenidos en izquierdistas no suelen provenir -como podrían, y acaso debieran- de los sectores desposeídos, sino de niños bien no devenidos en izquierdistas. Ocurre que la política requiere, para la cabal comprensión de los fenómenos y procesos complejos que la dinamizan, del acceso a:
      * la información no distorsionada
      * el manejo de cifras estadísticas
      * la posibilidad de análisis integral de los dos ítems anteriores
      * el intercambio intenso con otras personas abocadas a la misma tarea de interpretación de la realidad social
      * la buena alimentación y el entorno cultural que posibiliten los mecanismos intelectuales imprescindibles para el procesamiento de los datos mencionados
      Todos estos requisitos suelen estar muy por fuera del alcance de las clases a cuya causa pretende aportar: no es casual que las armas fundamentales del sistema, puestas en funcionamiento ya en todo el mundo (nó sólo en los llamados países periféricos), sean precisamente: la desinformación –a través de las conocidas cadenas de medios en manos de verdaderas corporaciones- y el deterioro planificado del sistema educativo.
      Es natural, entonces, que el think tank de la izquierda provenga de sectores algo menos castigados; prueba evidente de esto que me atrevo a afirmar es el (pequeño) boom de ventas de El capital y otras obras de Karlitos, luego de la crisis que llevó –y continuó- a la caída de Lehman Bros: nos guste o no, se trata de obras algo más complejas que las de Marcial Lafuente, difíciles de aprehender cuando se tiene la cabeza bajo el agua.

      Explico aquel “tengamos cuidado” con que arrancaba, allá arriba: si hay algo que no pongo en duda en lo más mínimo, es la (llamémosla, porque de algún modo hay que hacerlo) calidad ideológica de los que aquí nos reunimos; creo que –con los debidos, necesarios y bienvenidos matices del caso- todos estamos en la misma vereda. Digamos.
      El “cuidado” al que me refería alude a intentar evitar que nuestro discurso incurra –gracias (¿?) a lo que Francesc llama “posos culturales”- en deslices que nos acerquen, involuntaria e intolerablemente, a los clichés con que suele atacársenos desde la vereda de enfrente. No creo (por ejemplo, Villa) que lo del acercamiento a las ideas de izquierda se haya tratado de “una moda juvenil de los hijos de familias bien”, sino del sincero análisis y posterior compromiso de amplios sectores juveniles, nada casualmente diezmados luego (30.000…) por los asesinos de uniforme, brazos ejecutores de los asesinos de traje y corbata que siguen cobrando víctimas, hoy en Europa.

      (Continúa en el siguiente comentario; es la segunda vez que me ocurre, aunque la primera en que la decisión de publicar me pertenece...)

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    4. Sobre el Hughes que señala Pereira (no sin advertirnos de que se trata de un palo fácil, y de que quizá no debería propinarlo): el punto está alcanzado por el parágrafo anterior. Clase acomodada, acceso a todo aquello enunciado más arriba, etc. Menos mal, en todo caso, que usó todos esos privilegios para desarrollar estas ideas, y no para –por ejemplo, es un decir- fundar un banco.
      Así y todo, tengo entendido (no soy ni quiero ser un galeanólogo) que en su etapa de dibujante, el hombre se tomaba en solfa aquel apellido lustroso, y firmaba fonéticamente sus trabajos como Gius.
      De todas maneras, Quién: no creo, realmente, que se trate de un detalle relevante.

      Sí, también he oído ciertas alusiones (generalmente en voz baja) a los choreos de E(H)G; en cualquier caso, debo decir –sin integrar ninguno de ambos bandos- que me resultan menos exagerados los elogios de sus defensores que los denuestos de sus detractores.
      Al fin y al cabo: ¿para qué escribe, quien escribe? (o para qué hacen música los músicos, o pintan los pintores, etc.) Supongo que para dejar algo en quien los aprecia estéticamente; el éxito, mayor o menor, del creador podría medirse en cuánto de su obra ha contribuido a modificar algo (en lo posible, mejorarlo) en quienes lo han recibido. (Queda claro que hay éxitos positivos y éxitos negativos, según esta aventurada y caprichosa manera de medirlo: mal que nos pese, Hitler fue, en su momento, tan “exitoso” como The Beatles décadas después).
      La cuestión de si Galeano es una especie de mentiroso (como sugiere Quién, que “no le cree nada”) o no lo es (como tiendo a pensar yo, sin que a nadie tenga por qué resultarle interesante lo que pienso) parece quedar en segundo plano, ante este dato tan objetivo como puede serlo: me parece que nadie ha sido dañado por él, y que hay, habemos, quienes hemos quedado, después de leer su obra, mejores que lo que éramos antes de leerla.

      Señores del jurado, señores jueces, la defensa da por concluido su alegato.

      (Villa, creo que estoy en condiciones de disputarte el título de “abusador del año”)

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    5. Señores: la ceguera es un afluente de dos ríos llamados odio y amor, al que sus aguas llegan por igual.
      O sea: que Galeano levanta pasiones encontradas lo cual será un mérito mayor que generar indiferencia. Para quedarme en una cómoda tierra de nadie: es bueno que haga hincapié en ciertas cosas que no siempre tenemos presentes.
      Sí: parece que aquí intentamos optar por la cultura y por criticar el capitalismo y eso nos sitúa en un cierto espectro ideológico. Así que hay que buscar disidentes para que no nos dé por pasarnos la vida dándonos mutuamente la razón. Gracias por los comentarios prolongados: me hacen sentir siempre como dejándolos mal replicados, con cierta parquedad. Pero ya sabéis que parco en palabras no es algo que me defina.

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    6. Horacio: Releyendo me doy cuenta de que aquello que yo llamo moda juvenil se puede asociar a la década del '70 argentina, pero en realidad me refería a generaciones anteriores, a las cuales incluso Galeano ya había llegado medio tarde en su juventud. Pero esta también es una historia que me han contado, de modo que las posibilidades de que esté errado son muy altas.

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    7. Hasta eso ha cambiado: ahora en España se lleva que hijos de obreros de suburbios industriales apoyen a Rajoy pensando que arreglará el mundo que él contribuyó decisivamente a estropear. O sea, hijos ultras de padres proletarios. Claro; aquí se pretende demostrar que se tiene dinero por el hecho de ser de derechas. Eso sí es una buena empanada.

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  4. Villa: por favor, ni se te ocurra suponer que yo pienso que mis posibilidades de errar son bajas... es sólo que a veces se me va la mano en el entusiasmo con que defiendo mis márgenes de error.
    Don Bon: tus líneas cierran perfectamente el círculo. Los hijos de obreros de suburbios industriales que mencionás, son -justamente- quienes menos pueden acceder a aquellas condiciones que favorecen el desarrollo de ideas "de izquierda". Es un mal mundial, exacerbado exponencialmente en zonas de crisis, como es hoy el viejo continente (esa península de Asia que se ha pasado guerreando durante los últimos siglos, dice un amigo mío de por aquí...). Ver, si no, el auge de los movimientos neonazis en Grecia...

    Fuera de tema: permítanme un pequeño desborde emocional, que suele ser mal visto en ciertos círculos demasiado racionales: me alegra y me honra ser (algo así como) amigo de ustedes, aun a la distancia. Gracias por eso.

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    1. Bueno, Horacio, dado que es agosto y en esta parte del mundo hace un calor que calienta hasta mi temperamento, sea bienvenido el derrame de tus emociones, por un ratito, que luego acabamos sacando pañuelos y acudiendo a estaciones de tren.
      Pues sí: jóvenes de veintitantos, escasos de formación pues el auge de la industria de la construcción empujó a muchos a pensar que no había dinero más fácil que los elevados sueldos de albañil que se pagaban, hijos de abnegados obreros inmigrantes de destrozadas espaldas y pulmones, creen que la política de derechas: la opulenta, la chulesca, va a hacer que esos tiempos regresen. Incluso aquí, en Catalunya, el equivocado silogismo de los enemigos de mis enemigos son mis amigos, han hecho que abracen partidos pro-españoles, bajo la errónea apreciación de que una eventual independencia de Catalunya (debate candente just right now) acarrearía una especie de selección racial-cultural que les perjudicaría.

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    2. Parece que lo de Coelho es contagioso, eh?

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    3. Es contagioso, sí, pero nadie se apunta.
      Por el "coelho" me gustaría agarrarlo, a mí.

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